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Unión-desunión

27/04/2025
 Actualizado a 27/04/2025
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El funeral y posterior enterramiento del Papa Francisco tenía lugar ayer, sábado, en la llamada Ciudad Eterna. Noticia mundial. Sánchez, el poliédrico y cambiante presidente del Gobierno de España, se desmarcaba de la despedida del obispo romano, en un gesto ‘aconfesional’ muy poco medido y demasiado torpe. Noticia nacional. Y el ex vicepresidente Zapatero, del que se ignora cuáles son sus funciones de tapado-destapado a las órdenes o en comandita con el inquilino de La Moncloa, estará hoy en León, su tierra, para arropar al secretario del partido, el amigo Cendón, en el transcurso del XV Congreso Provincial del PSOE. Noticia local. 

Y es curioso que el propio Cendón, dados los antecedentes y la desunión que obra en el partido, haya dicho que el cónclave no cerrará nada –en alusión, se supone, a las múltiples heridas que continúan sangrando–, «sino que abre una etapa con más ambición, más claridad y más ganas de avanzar». Curioso. Cada vez que se producen este tipo de encuentros los ‘amos’ siempre dicen lo mismo. La típica cantinela que, a la hora de la verdad, se queda en humo. O en nada. Como (casi) siempre.

De puertas afuera el partido ‘cendonista’ da la sensación de gozar de buena salud. Gobierna en la Diputación y en el Ayuntamiento de la capital leonesa, dos bastiones de indudable calado. Sin embargo la realidad es otra. Y lo es porque la guerra sigue abierta y sin visos de alcanzar un ‘tratado’ de paz entre el alcalde de León, que no ceja en sus convicciones políticas a favor de una autonomía uniprovincial, y el propio Cendón, a quien, siguiendo órdenes de la superioridad (léase Ferraz) se la fuma. El desencuentro, en fin, no es que se ralentice, sino que va a más. Y según pasen los meses, en mayor medida aún.

Y habrá a quien se le abran las carnes –ya las tendrá a flor de piel alguno que otro–, después de que Cendón avanzara hace dos días una reorganización del partido, lo que les permitiría «llegar más lejos, desde la verdad, la cercanía y el compromiso». Dado el historial que emana de la presidencia del Gobierno, con Sánchez como maestro de ceremonias, suena a filfa. O a cachondeo. O vaya usted a saber. Y Redondeó el secretario provincial: «Pedro Sánchez ha demostrado que sabe gestionar con responsabilidad, con visión y con sensibilidad hacia los problemas reales de la ciudadanía».

Si con estos mimbres, poniendo como ejemplo a un sujeto del que no se sabe si dice la verdad al médico, que es fácil que no; que está hundiendo al Partido Socialista por muchos barómetros a la carta que le sirva en bandeja el ínclito Tezanos y su CIS, y que, en definitiva, tiene el crédito por los suelos o más bien por los sótanos, el reflejo de lo que salga de la cita congresual de hoy, apadrinada por Zapatero, se torna confuso. O, mejor dicho, de un gris marengo.

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