marta-muniz-rueda-ok.jpg

Una rosa es una rosa

25/03/2023
 Actualizado a 25/03/2023
Guardar
Nos espera un año movidito. La Semana Santa precederá a toque de saeta y tamboril a la campaña de las Municipales. Así que entre limonada y nazareno no faltarán al paso las discusiones fraternales sobre quién puede ser en cada pueblo y ciudad el mejor candidato a alcalde. Unos meses a remojo bajo el sol, sombrilla y mar, aperitivos, cañas, terrazas y cigarras, montañas. De vuelta al cole y una navidad polémica estará servida a la mesa entre acebo y cascabeles, porque las Generales no se harán esperar y nos amargarán el turrón fácilmente. Nada separa más que la política.

Como en Nochebuena se junten dos o tres compadres cuyo sentido del voto no sea coincidente, ya pueden beber sidra a mansalva o refugiarse tras las cáscaras de una montaña de langostinos, porque la bronca se prevé más que segura. Pero tiempo al tiempo. Esta semana ha comenzado la primavera, que siempre suena a milagro. Comienza la estación de las flores coincidiendo con el Día mundial de la Poesía. Dos maneras de vestir la belleza que acaso sean la misma.

Siempre me ha encantado al etimología de la palabra ‘primavera’, primer vestido, primer ‘look’ radiante para esa naturaleza que parecía muerta pero que solo estaba dormida. Apetece pintarse los labios, tomarse un vermut con su aceitunita, trepar a los árboles, leer poesía a la sombra de un sauce o ir de picnic. Ay, esa tortilla de patatas a la sombra en la ribera del Torío.

Por eso da rabia que los políticos no nos dejen en paz. Deberían esforzarse por ser menos mediocres, por solucionar nuestros problemas buscando el consenso y no la bronca, pidiendo perdón por sus errores. Nadie pide perdón ahora por nada. Parece desfasado ser humildes.

No les hagan mucho caso, ellos a ustedes tampoco se lo harían. Disfruten la estación fragante. Nadie podrá nunca detener la primavera, ni siquiera ellos porque, como dice la canción, una rosa es una rosa.
Lo más leído