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Un león enjaulado

10/03/2016
 Actualizado a 17/09/2019
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No es aventurado afirmar que Isaac Aketxe atraviesa su peor momento en su brillante andadura como delantero referencia de la Cultural, impulsada durante muchas semanas por los goles de su ariete.

Más allá de los números (seis partidos sin ver puerta), el lenguaje gestual no puede disimular su estado de frustración. El poco fútbol que genera su equipo cerca del área rival empezó apartándolo del juego y terminó por minar su moral. Dos ciclos de tarjetas amarillas a punto de consumirse, dos penaltis fallados o solo dos goles de jugada son algunos de los ejemplos que ilustran su complicada labor en esta Cultural. Unido a su autoexigencia, el panorama es poco alentador si el gol no llega rápido.

En todo caso, las prestaciones del punta están fuera de toda duda. Terminará cercando la quincena de goles porque siempre vuelve. De ello es sabedor el Consejo de Administración. Es el momento ideal para afrontar una renovación seguramente laboriosa debido a la finalización de su contrato. El club apostó fuertemente por él, incluso teniendo a su favor la ampliación por número de partidos jugados. Aketxe puso de su parte para seguir en la casa blanca. Con sus roces, propios de un matrimonio de carácter, forman una buena pareja.

No tardará en volver a ser el protagonista de la saga, testigo cedido temporalmente al fenomenal Ager, el ojito derecho de Isaac. Moreno, zurdo, media punta de enorme talento, pero con el gen ganador, ADN Aketxe. Daría el cielo Isaac por tener un Ager cerca, un jugador capaz de llevar el balón al área, una amenaza para la defensa, la llave para liberar al león enjaulado.

Debe insistir Ferrando con la variante introducida en Ferrol. Aketxe necesita socios. La apuesta por Víctor no le ha ido mal, pero no debe olvidarse de que Marcos o Javi Navas conocen al oficio de segundo delantero.

Para ganar por fin en el Reino hay que atacar y sacar la mejor versión de Aketxe.
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