El pasado sábado, 14 de noviembre, este mismo medio de información publicaba una entrevista con la presidenta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo, con sede en la localidad de Cacabelos. Misericordia Bello Pinedo, que así se llama ésta madrileña de origen, bodeguera y que, desde hace algo más de un año, ocupa la presidencia de un órgano en el que están integradas más de sesenta bodegas bercianas.
La breve entrevista, realizada en razón del cargo que ocupa Misericordia Bello, versa sobre un contenido monográfico: el vino. A mitad de la publicación y a preguntas de la periodista sobre qué plato elegiría ella para un caldo elaborado con la uva mencía, la presidenta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo dice: «YO CON EL MENCIA ME TOMARÍA UN COCIDO MADRILEÑO». Opinión ésta con la que la periodista decide titular el encuentrocon la señora Bello Pinedo y que yo, tras leerla, no he podido mirar para otro lado.
No es una bellaquería esta respuesta de quien representa los intereses de los bodegueros bercianos. No es una bellaquería. No es tanto. Pero, sí que es una inconveniencia y una respuesta inoportuna, tratándose de quien se trata, de a quienes representa y teniendo en cuenta el ámbito provincial del medio de comunicación que la difunde la entrevista.
En el salón de su casa, en otros mercados (el madrileño, en este caso) alejados de nuestra geografía y en los que convenga mercantilmente al sector del vino del Bierzo, la señora presidenta puede elegir los maridajes más oportunos para los intereses comerciales y publicitarios inherentes a su cargo. Desde Ponferrada o Cacabelos, desde El Bierzo y para ser leída en la provincia leonesa, el maridaje del mencía y el cocido madrileño no es bien recibido por los numerosos clientes de los vinos del Bierzo que tienen en el cocido maragato o en el cocido de la montaña leonesa una parte importante de su negocio.
En lo que a mi respecta, saltarse la meseta y toda la actividad del COCIDO MARAGATO, lo considero comercialmente una temeridad y una metedura de pata que, me consta, no ha sentado bien a algunos de sus compañeros de viaje. Empresarios del vino que suelen respetar la buena salud comercial de los clientes que trabajan en la hostelería más próxima al Bierzo.
Sepa Ud. señora Bello Pinedo que el cocido maragato, nacido hace más de medio siglo en la localidad de Castrillo de los Polvazares, es hoy día una pequeña industria, humilde, que da trabajo a varias decenas de personas en los sectores hosteleros y de la carne en la comarca maragata, la misma que se extiende en las tierras y pueblos del sur del Bierzo. La que usted atraviesa camino de la capital de España.
Le informo igualmente que, cada semana, son centenares los clientes que acuden desde distintos puntos de España para degustar en los restaurantes de Castrillo de los Polvazares, Santiago Millas, Murias, Santa Colomba de Somoza, Astorga, entre otras localidades, el COCIDO MARAGATO. Para su conocimiento, más de la mitad de estos comensales proceden de Madrid o pueblos de la Comunidad de Madrid. El resto, y bien lo saben algunos bodegueros bercianos,se reparten entre las comunidades de Galicia, Asturias, Castilla y León, País Vasco o Andalucía. El Camino de Santiago trae también clientes de medio mundo, muchos de los cuales se deciden por este almuerzo tan particular y vinculado a nuestra tierra maragata.
Somos sus vecinos. No tenemos vino propio y sí todas las simpatías por los emprendedores bercianos que nos visitan con frecuencia para consumir y para vender sus caldos. El crisol de clientes que le he descrito no me parece un mercado despreciable para hacer caja y a la vez promover una buena publicidad del excelente vino que uds. elaboran.Me consta que en todas las cartas de vinos de los comedores de Maragatería, la presencia de los caldos bercianos ocupa un lugar destacado. Y es así, porque la calidad de los vinos del Bierzo merece tal reconocimiento. Pero, también lo es porque las relaciones personales, de vecindad y comerciales son excelentes. Por todo ello no alcanzo a entender su desconsideración hacia quienes hacemos del cocido maragato un almuerzo, al menos, tan digno y de la calidad, del que ud. ha destacado. No es una bellaquería, pero sí es una clara desconsideración para quienes nos sentimos clientes de sus vinos y asiduos visitantes del Bierzo. Su pequeña imprudencia es una china en el zapato de sus compañeros de viaje y de los comerciales que vienen a vender Bierzo cada semana.
En la entrevista, veo que está recién llegada de un viaje comercial por las lejanas tierras de Hong Kong y tal vez estaba aún bajo los efectos que producen los cambios horarios y de sueño y no le ha dado tiempo de tomar tierra. A veces ocurre que, viniendo de lejos, uno no termina de reencontrarse con lo más cercano. Espero que la serenidad que traen habitualmente los días del otoño y las largas noches del próximo invierno le permitan errar lo menos posible en sus intervenciones. Por su bien. Por el de los bodegueros que integran el Consejo Regulador de la Denominaciónde Origen Bierzo. Y por el nuestro, también.
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