Gestión de acceso a Riopinos/Vegarada, un cúmulo de ineptitudes

José Luis M. Costales
07/12/2021
 Actualizado a 07/12/2021
Llevo esquiando más de 50 años, vi la instalación del telesquí de Salencias en 1972 y el de la Raya al año siguiente, conozco muy bien las estaciones del pirineo español y también las del francés y de los Alpes franceses pocas me quedan por esquiar. Con esto quiero decir, simplemente, que sé de sobra de lo que hablo. San Isidro con la gestión que lleva desde los años de la dirección de Jesús, siempre ha sido más ‘apeadero’ que ‘estación’; aun a pesar de ello, nos gusta y mucho. Es nuestra estación y siempre hemos pensado, muchos esquiadores ‘de los de siempre’ que tuvo, tiene y tendrá, muchas posibilidades, por supuesto siempre más hacia el valle del Curueño por su orografía y sus altitudes y hacia el puerto de Vegarada.

No voy a entrar en la falta de inversiones, ni en la falta de empatía a los equipos de competición, ni tampoco en la desidia permanente de los trabajadores de la estación y otras muchas carencias de Nuestra Estación. Hoy solo toca dejar constancia de la agresión permanente a la zona de la estación ‘Riopinos’, que pertenece al municipio de Valdelugueros, a donde si nieva nunca se puede llegar. Allí en Riopinos siempre abren la estación (aun a pesar de ser entrada de la misma y con taquilla) y se comienza y se termina 15 o 25 minutos más tarde (al abrir) y más pronto (al cerrar), que en el resto de accesos de la estación –aunque cobrar lo que es cobrar nos cobran igual (pero tenemos tenemos 30 minutos menos de esquí)–. Pero lo peor son sus accesos. Ciertamente, la gente debería de saber que las máquinas quitanieves, tanto la cuña como la fresadora, que abren la carretera hasta el alto del Puerto de Vegarada son de la Junta de Castilla y León, y al llegar arriba, sí señores, se dan la vuelta y deben ser unas máquinas de la Diputación de León las que suban hasta allí para abrir el tramo que va desde el Alto del Puerto de Vegarada y hasta el aparcamiento de Riopinos. ¿Acaso esto no es un derroche económico y a la vez una total y absoluta ausencia de capacidad en la gestión? ¿Cabe en cabeza humana pensar que esto pueda ocurrir en el año 2021? ¿No debería dimitir alguien por tal despropósito y falta de adecuación de los escasos recursos económicos públicos?

Los responsables, tanto autonómicos como provinciales y municipales deberían hacérselo mirar. La colaboración entre administraciones y sus respectivas competencias debería ser algo lógico, normal y habitual. Aunque ello fuera solo para rentabilizar los recursos. No puede pasar esto día de hoy. La culpabilidad debe imputársele a las tres administraciones, la autonómica y la provincial por el papanatismo de «solo limpio lo mío» y ser incapaces de ver que la colaboración genera impulsos positivos y rebaja los costes en beneficio de los ciudadanos. Y a la municipal, la más cercana a los ciudadanos y sus problemas, por no saber mediar en beneficio de sus paisanos (muchos de ellos necesitados de la nieve para sobrevivir en sus negocios en invierno).

Este año, una vez más, la carretera del puerto de Vegarada a Riopinos sigue cerrada desde que cayó la primera nevada. Los esquiadores, turistas y lugareños no vienen, pues no garantizamos que puedan subir a esquiar por esa vertiente (beneficiándose así el valle del Porma-Puebla de Lillo, etc). Es obvio que nadie quiere hacerse 45 o 50 kilómetros y dar toda la vuelta para entrar en la estación. Tampoco esto perjudica a los otros dos municipios del Valle del Curueño, Valdepielago y La Vecilla, sin que sus administraciones municipales hagan nada, pues a ellos y a sus paisanos también beneficia que la estación y la carretera esté abierta por su vertiente. Los beneficios que son obvios, más turistas, más esquiadores, más gente, más posibilidades de desarrollo económico, lo que al final redunda en fijar población.

Hoy que tanto se nos llena la boca con la España vaciada, piensen ustedes en el Curueño vaciado, donde aún se da este problema y desde hace muchos, muchos años. Y actúan así, que además de promover grandes sumas presupuestarias para otros proyectos, empiecen por valorar esta colaboración, que simplemente consiste en que una máquina quitanieves camine cinco kilómetros más y consiga a la vez que el resto del puerto limpiar una carretera que en la que cuanto cae una nevada (las estaciones de esquí viven de la nieve) está cerrada.

Solo una cosa más ustedes están ahí para beneficiar a los ciudadanos, no para hacerles la vida peor, y cobran de nosotros, no lo olviden.
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