Ya es casualidad que haya ocurrido un 20 de noviembre. Chavales cantan y añaden ¡viva España! No paso por alto al de la bandera pellizcando las tetas a las chicas. Yo no canto aunque conozco la letra de la canción, pero sí me uno al ¡viva España! No sé si pretenden monopolizar un país que también es mío y de mi vecino y de mi compañero de trabajo… Veo que son chicos algo nerviosos por las actitudes, me parecen quizás violentos. Y entre ellos hay adultos que, con gran rectitud formal, les acompañan al salir de una misa que comenzó a las ocho. Dicen que larga fue la cola para comulgar. Me viene a la cabeza, aquel actor que finalmente fue absuelto, tras un juicio, por haber escrito «me cago en dios». Me viene a la cabeza cuando veo a los pulcros, porque si analizo a los chicos, presumiblemente alumnos, pienso en la ausencia de rigor y de curiosidad para llegar a saber qué están diciendo y que están haciendo. ¡Pobres engañados!, ¡ignorantes! ¿Qué haría el recordado ante el abusivo uso de los móviles? Ah, claro en aquel tiempo no había de eso. ¿Porqué olvidan los cantantes de antes que aquel tiempo fue distinto al actual?
España es de todos, de los que comulgan y de los que no creen en comuniones de esas, es de los que cantan, de los que bailan con donaire, de los que hablan con gracejo y de los recios de la meseta. No es más agricultor un payés que un campesino extremeño o navarro, ni del que además atiende las vacas en A Lama. De todos ellos, y también de mí, España es nuestro país.
Los jóvenes cantantes, dicen que los jueces del fallo –que no sentencia–, huevos, tener tienen. Me vinieron a la cabeza las fibras de músculo liso de la próstata. Son las que al contraerse, exprimen el órgano y hacen posible la expulsión del semen al exterior, durante la eyaculación. Así es, así ha sido y así será en la especie humana (se apresura una voz que me llega desde el conocimiento, a decirme que hay alguna excepción). Me vino a la cabeza una pregunta: ¿por qué los alumnos aprenden lo de la próstata?, ¿quizás porque se lo hacen aprender?, ¿por qué buscan información, contrastan diferentes fuentes, etc.?
¿Los varones miembros del tribunal que ha fallado, también disfrutarán de la contracción de sus fibras musculares lisas o las tendrán atrofiadas?, ¿estarán extraordinariamente ocupados en eruditas reflexiones?
Un amigo tiene un sobrino de ocho años, que está a la espera de que un juez conceda la patria potestad o como se llame, a su padre o a su madre. Han pasado muchos meses esperando. ¿Qué está haciendo su señoría? Vuelven las fibras de músculo liso atrofiadas o desgastadas, y de nuevo, la expresión, ¡vaya huevos o huevazos! Y claro, como uno vive en el mundo que vive, no puede evitar ensoñar con que, si se tratara del sobrino de algún defraudador (¿tengo que decir presunto?) y al mismo tiempo novio famoso, quizás como lo que conocimos ayer, se hubiera resuelto en una semana.
Para mi sonrojo, escucho unos comentarios de la famosa novia (del a su vez famoso novio), que habla de lo que en ella es pingüe, habla de guerracivilismo y me retumban los oídos (vuelven las tetas, los cánticos, etc.), porque eso si hubiese que adscribírselo a alguien, además de a ella y colaboradores, sería al de A Lama o de Ferrol o de Orense o de donde sea.
Rafael Álvarez Nogal es profesor de la Universidad de León