Durante los últimos meses del año 2014 y los seis primeros del año 2015 hemos asistido a la ‘lucha’ de Alle (Asociación de Laringectomizados de León) por que continuase su labor tan útil y beneficiosa para gente operada de laringe.
Cuando se consumaba la recompensa de esa lucha allá por el mes de junio de 2015, paradójicamente un laringectomizado terminaba su lucha. Esa persona era mi tío, algo más que un tío político, un segundo padre como él me decía y conocido en León por haber regentado el bar Ben-Max en el Polígono 10.
La primera causa de operación de laringe es el consumo de tabaco. Me enerva cuando un fumador dice que a ellos les dejen la libertad de fumar. A ellos no se les restringe nada, todo lo contrario, se les intenta cuidar y desde 2005 se impulsó la ley que protege a los no fumadores y vela por la salud de los fumadores.
Todo aquel que viva que se cuide, se cuide de comer en exceso, de fumar, de beber hasta caerse redondo… porque morir todos morimos pero, como diría Rosendo, al igual que hay maneras de vivir, yo diría que también hay maneras de morir… Mi tío siempre decía la mítica frase, «antes morir que perder la vida», la cual refleja que la vida se pierde poco a poco si no la valoras y preservas, en cada cigarrillo que se fuma y todo lo que se realiza por vicio y exceso. Por ello, antes morir de muerte natural y de vejez que perder la vida de repente por un accidente de tráfico o sufriendo paulatina y terriblemente por una enfermedad que tú mismo has provocado con malos hábitos. La misma asociación de laringectomizados de León imparte charlas en colegios e institutos sobre las consecuencias del tabaquismo.
Mi tío se fue sin cumplir uno de sus sueños o deseos tras haber sido operado y volver a hablar, reflejado no hace mucho en diferentes medios de comunicación, de querer cantar en el Coro de Alle. Sin embargo, a pesar de su fallecimiento su recuerdo es siempre alegre. Él era vitalidad, extroversión, sociabilidad, sentido del humor… Su repertorio de frases célebres, anécdotas e ingenios es inmenso, y si lo juntamos con el de su padre daría para una obra literaria.
Con él aprendí muchas cosas, pero han sido esos dos últimos años como laringectomizado y compartiendo y conociendo historias de Alle lo que más me ha enseñado. Por ello, a toda la gente implicada en esa asociación y especialmente a él va dedicado este primer escrito periodístico que realizo.
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