Tormentas de verano

Como medio país se halla en este momento de vacaciones y desconectado de la actualidad, muy aconsejable, las noticias quizás no tienen excesivo calado. O tal vez estamos tan inmunizados contra la falta de lógica que no causan efecto alguno en nosotros. No obstante, hay asuntos que no respetan el período estival. O incluso que se hacen más patentes durante el mismo.

Por ejemplo, el cierre de camas hospitalarias en estos meses. Se practica a nivel nacional, aunque en algunas comunidades autónomas supone una reducción drástica de servicios sanitarios. El problema radica en que no se refuerza la plantilla para sustituir a los profesionales que disfrutan de su más que merecido descanso. En vez de eso se clausuran plantas enteras si es menester. Por desgracia, las enfermedades y los accidentes no se van a la playa ni a la montaña. Siguen presentes también en esta temporada, lo que genera más caos, sobresaturación y descontento del habitual, que ya es decir.

Por otro lado, hemos conocido recientemente que el plan de pago por uso de las autovías se empezará a ejecutar en 2024. El coste, según la información, será el mínimo para el mantenimiento de las mismas. Por cierto, el dato ha salido a la luz a las puertas de las elecciones, ¿casualidad? Desde luego, esta medida no va tener buena acogida entre los usuarios. Surgen varias dudas al respecto. ¿Es necesario pagar más cuando la DGT recauda unos 400 millones de euros al año?, ¿no debería invertirse al menos una parte en la mejora de la red vial?, ¿dónde va en realidad ese dinero?

Además, parece obvio que disminuirá la circulación por las vías que pasen a ser de pago y se colapsarán las carreteras convencionales. Como consecuencia aumentarán los accidentes de tráfico, justo lo que se supone que se trata de evitar. Ahí tenemos una buena definición de algo contraproducente. Pero las aguas revueltas llegarán en Septiembre. Ahora hay que centrarse en aprovechar el verano, que lo bueno dura apenas un suspiro.