Hoy Sábado 5 de Septiembre. Son las 6:30 de la mañana, estoy delante del cuaderno de papel reciclado que uso para escribir sin saber sobre qué voy a hablar hoy. Estoy sorprendido de lo que se puede llegar a hacer, cuando se quiere de verdad hacer algo. Lo primero, es eso: querer, después, lanzarte hacia delante a tumba abierta; en una palabra, no tener miedo a lo que puedan decir. Confiar en ti mismo. Tener el suficiente sentido común para saber tus lagunas y tus carencias. Tener también honradez al manifestar tu opinión. Ser consecuente y decir lo que realmente piensas con arreglo a tu forma de ver las cosas a lo largo del tiempo. No dejarse influenciar por hechos o por actitudes de demasiada actualidad, sino dejar que pase un tiempo para juzgar cada detalle. El paso de los días apaciguan y criban lo superfluo. No olvidarse del tema, no, sino, dejar que «recueza» un tiempo. Si, como un buen cocido... es necesario que se diluya lo banal, lo aparente, el maquillaje, el tiempo siempre deja las cosas en su sitio... de eso, no tengo duda...
Creo que escribiendo así, con todas estas normas, es dificil salir hacia delante, ya que en cualquier faceta que se toque, llámese empresa, llámese política, llámese deporte, llámese familia... prima sobre todo, la más rabiosa actualidad.
Todo vale con tal de aprovecharse del presente, del minuto a minuto. Yo no digo que esto sea malo en si mismo, lo que digo es que hay que mirar, o diseñar y programar una parte muy importante de nuestro potencial de actuación con miras de que perdure en el tiempo para que los que vengan detrás puedan aprovecharse también de nuestro esfuerzo. No puede ser, el que el deportista se exprima tanto, tanto, que una vez que pasan unos años ya no puede ni con los huevos. No puede ser, que la empresa, saque tantos dividendos para repartir, que agote sus recursos quedando sin capacidad de invertir en el futuro. No puede ser, que el político, tape agujeros o ponga parches aquí, remiende allí, haga cosas para que se vean cuanto más en presente mejor, y se olvide de crear las condiciones idóneas para dejar un hábitat vivible para el futuro que esta ahí. Ya sé, que el ciudadano quiere que le solucionen los problemas del día a día, de acuerdo, pero ¡ojo! eso no es disculpa para no invertir con vistas a afrontar el futuro. No puede ser, lo que esta sucediendo en la familia en general, los hijos quieren tener todo y disfrutar de todo, cada día con menos años. Ellos tienen todos los derechos, quieren vivir al máximo, aprovecharse de todo. Yo siempre me pregunto ¿a cambio de qué? Están convencidos de que el mundo está hecho para ellos. Ellos, están aquí para sacar todo el provecho posible... Los que vengan detrás que se jodan.... Ellos, solamente hacen lo que les apetece. ¡Vale tío!
Actuar con tanto egoísmo todo el mundo ¡No puede ser!. Si así hubiesen hecho las generaciones que nos precedieron¿ que tendríamos ahora?
Decía al principio que no tenía tema para escribir, pero nada más que me pongo delante del papel es sorprendente la cantidad de ellos que surgen, todos seguidos... Hay una cosa que en el fondo me jode, y es: el que todo lo que dices se pierde, nada se aprovecha, es, como si estuvieses hablando a los cipreses, de ahí que diga muchas veces ¿merece la pena pasar tres horas escribiendo de algo con toda tu ilusión y con toda tu capacidad de raciocinio para que todo se esfume y se pierda en el infinito?
Desde luego reconozco que soy muy novato, creo que puedo cambiar el mundo y que puedo dar lecciones a esa sociedad en la que estamos metidos. No, la sociedad camina por el sendero que tiene marcado, su marcha es imparable con sus virtudes, sus defectos y sus carencias, el tratar de enfrentarte a ella es batalla perdida, eso lo sé, pero no quiero caer en el derrotismo del: ¡todo me da igual!, quiero que por lo menos esa sociedad sepa que hay otra manera de ver las cosas, deseo que respeten esa diferenciación que no es mejor ni peor, pero es la mía... al decir esto, parece como si estuviese vanagloriándome de ser atípico, ¡que va!, al final tengo que entrar al trapo como todo hijo de vecino, transigir y tragar muchos sapos. Lo que pasa, es que trato de mantener mi identidad en el transcurso de los años sin prostituirme ni perder la esencia que configura mi filosofia de la vida, aquello de: A TOPEPERO... CONXEITO...... PUNTO