La "tierra quemada" es una táctica militar que destruye todo lo que pueda servir al enemigo cuando una fuerza avanza sobre un territorio. Eso fue lo que sucedió en las 31.000 hectáreas que rodean La Bañeza: un ejército de fuego arrasó con todo.
Tierras Quemadas es también el nombre de la asociación que hemos creado para luchar contra esa devastación, contra el olvido de lo rural y contra las políticas que nos dejan de lado. Somos una llamada de atención —¡estamos aquí!— y un grito de esperanza —¡juntos saldremos adelante!—. No tenemos color político: tenemos el color de la tierra, de los campos y de los bosques.
¿Cómo nació? El 19 de agosto, en La Bañeza, organizamos la mayor manifestación en décadas. Queríamos hacer algo por nuestra tierra y planteamos crear esta asociación. Un mes después, estamos en marcha. Somos mujeres y hombres de La Bañeza, del Jamúz, del Duerna, del Eria. Hay agricultores, ganaderos, apicultores, maestras, alcaldes y alcaldesas, pequeños empresarios, escritoras, gentes del sector servicios. Somos pocos aún, pero seremos más. Porque hay voluntad de apartar las cenizas. Hay voluntad de que ruchen los campos. Hay voluntad de hacer algo. "Hacer", es el momento hacer.
Y ya estamos en ello. Esta semana un equipo de la catedrática Leonor Calvo Galán, de la Universidad de León, nos contó los resultados de su visita a las zonas quemadas para medir la intensidad del fuego y la destrucción del suelo. Calvo Galán lo explicó también el miércoles en Madrid, en la Real Academia de Ciencias Naturales ante un grupo de renombrados científicos, con mapas del Teleno, de Fasgar y del incendio de La Bañeza. “Ha sido tan virulento que incluso los maizales de regadío ardieron”, dijo con un suspiro. “Ahora lo importante son los suelos”. Su equipo nos dio directrices urgentes para cuidar esos suelos, que son el origen de la vida. Directrices que transmitiremos a los ayuntamientos para que estemos todos coordinados.
Avanzamos. Hemos contactado con la Confederación Hidrográfica del Duero y conseguido permisos para trabajar las márgenes de los ríos, que serán un grave problema cuando lleguen las lluvias. Estamos hablando con las Brifs de Tabuyo. Estamos pidiendo sierras, carretillas, guantes y manos para organizar facenderas en los campos. Y lo estamos consiguiendo, esa solidaridad es nuestra mejor bandera. Nos movemos. También de sede, aún no hemos conseguido que el alcalde de La Bañeza nos preste un local del Ayuntamiento, pero insistiremos. Así que las reuniones son nómadas. En el coworking de un empresario, en la Asociación contra el Cáncer, en un bar. Ahora lo importante es crecer. Recuerdo que mi padre solía insistir en que los pueblos se unieran, que formaran mancomunidades porque solo juntos tenían fuerza. Esa es la clave: si logramos unirnos podremos pedir fondos europeos, podremos proteger mejor nuestros pueblos, podremos reconstruir nuestras tierras. Para que nunca más vuelvan a ser tierras quemadas.
*Para tod@s los que se quieran sumar: tierrasquemadas@gmail.com