Temas de conversación

Ya se fueron los Reyes por los arenales. Podían haber llevado consigo algunas luminarias, al menos las que cuelgan todavía sobre carreteras a entradas o salidas de los pueblos felicitándonos las «fiestas». Ya acabaron las ‘fiestas’. ¿Qué fiestas? Igual que hay quien en lugar de decir España recurre a la expresión ‘Estado español’, también hay quien prefiere felicitar las ‘fiestas’, así en etéreo, en lugar de la Navidad. Como si España y Navidad produjeran una especie de urticaria o alergia y sólo se acataran por imperativo legal. «Caído se le ha un Clavel hoy a la Aurora del seno: ¡qué glorioso que está el heno porque ha caído en él!» Con estos versos cantaba Góngora el nacimiento del Niño Jesús. Eran otros tiempos, se tenía claro lo que se conmemoraba.

Niños pequeños: problemas pequeños. Niños grandes: problemas grandes. Jesús, que de niño apenas dio guerra, creció y murió, y empezaron los problemas. Que si era Dios, verdadero Dios, Hijo de Dios, de la misma Naturaleza que el Padre, no creado o todo lo contrario, que sólo era hombre, creado, posterior en el tiempo al Padre y por tanto a Él subordinado. Hoy ya no se comenta nada sobre esto, ha perdido actualidad el tema, sin embargo, allá por el siglo V nos cuenta Gregorio de Nisa que no se hablaba de otra cosa y que se discutía con la misma pasión con la que hoy se juzga un penalti o un fuera de juego: «Le pides cambio a un hombre, y te da un poco de filosofía con respecto al Nacido y al No nacido; si le preguntas el precio de una barra de pan, te responde: el padre es más grande y el Hijo es inferior; y si preguntas si el baño está listo, la respuesta que recibes es que el Hijo fue hecho de la nada». Al final se llegó al compromiso de Calcedonia, que fue una especie de VAR: verdadero Dios y verdadero Hombre. Aunque no todos estuvieron de acuerdo. Y esto sucedía mientras las hordas de Atila asolaban Europa.

Este breve pasaje de Gregorio de Nisa me ha llevado a preguntarme sobre qué se habla hoy en día en la calle, cuál es el tema. Porque se puede definir también una sociedad por el tema del que todo el mundo habla y sobre el que todos tienen su opinión. Aquella era sin duda una sociedad marcada por la religión. ¿Cómo es la sociedad de hoy? ¿Y qué Atila nos asola? Quizás, demasiadas preguntas para comenzar el año.

Y la semana que viene, hablaremos de León.