Veintiún días es la cadencia de la vida detrás de la puerta de Oncología. Es como solfear. Uno, dos, tres, siempre negras, y, si apuras el ritmo, se mete una corchea y se acelera el proceso. Veintiuno es el descuento de los que salen por la otra puerta, la que deja la quimio atrás en un hasta luego de dedos cruzados en la partitura sin clave de sol. Es la espera perenne que mantiene el cáncer para conocerte por dentro y pensar en su futuro. El pulso cobra sentido en la suma de veintiunos. A la sala vuelven las mismas caras que, entre buenos días cómplices abrazan al que llega. Comparten ese miedo acurrucado en la esperanza obligada que acompaña a la aguja. Se entienden con una mirada que les devuelve a los mismos lugares que ocuparon hace 21 días. Ahí está Roge, mirándose las uñas como si quisiera contarles que hoy no le apetecía venir, pero Aurora le dio el abrigo sin dejar espacio a más caminos. Ella no acepta derrotados…y él, sin su abrazo, solo es carne, sin uña. ¿Lo sabéis deditos? Somos uña y carne, escucho a su pensamiento susurrar. Hoy es el cumpleaños de Paloma y no sabe si estará para celebraciones, pero los nietos quieren que sople velas. Y ella no quiere enseñar el refajo de debilidad que queda expuesto tras esa puerta. No. La peluca ayuda a verse mejor y ese pintalabios que le regalaba Paco cada 14 de febrero. Paco, él me va a ayudar, piensa quitándose el colgante antes del tratamiento con la foto del que fuera su compañero 40 años. Cortos, piensa. Ojalá hubieran sido mil. Y en los paréntesis de la espera, hoy hay una mesa llena de sobres navideños. Lo entienden. Es Navidad, aunque los villancicos están algo afónicos para ellos este año de sumar veintiunos. A la atención de los pacientes de Oncología, pone en letra escolar. Remite:los alumnos del Colegio Peñalba. Es curioso como el corazón se puede convertir en papel cuando por el medio hay una voluntad que late. «Te vas a poner bien pronto», desvela la postal que, sin nombres expresos, sabe llegar donde quiere hacerlo. A Paloma se le escapa la misma lágrima que vio limpiarse a Roge al llegar. Pero esta vez no es de lo que los demás piensan. Esta vez es un gracias con sal como respuesta a lo más bonito que les ha pasado de este lado de la sala de quimio. Hoy la melodía del 21 se vuelve abrazo de Navidad.

«Te vas a poner bien pronto»
27/12/2022
Actualizado a
27/12/2022
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