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Tambores de guerra

23/03/2024
 Actualizado a 23/03/2024
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No sé con qué armas se luchará en la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta Guerra Mundial se luchará con palos y piedras. Esta frase no es de un servidor, sino de un físico alemán de origen judío de nombre Albert y de apellido Einstein. Su contundente afirmación se basaba en el desarrollo de las armas nucleares y su capacidad de destrucción masiva.

La despiadada batalla que se está llevando a cabo en nuestra sociedad entre ideologías, territorios y personajes varios, nos lleva a que sólo nos preocupemos de lo que tenemos más cerca. Por eso les invito a que nos olvidemos durante un instante de la mujer de uno, del novio de la otra y del de Waterloo. Quitémonos la boina y alcemos la vista más allá de los Pirineos. 

Hace ya dos años que Rusia invadió Ucrania, iniciando un conflicto bélico en suelo europeo, acontecimiento que era posible pero que muy pocos esperaban. Esto es un ejemplo de que, porque no se espere que acontezca algo, no vaya a suceder. Es una burda evidencia, pero se nos olvida a menudo. Fíjense en la inconsciencia de la que hacemos gala, que aunque nos estén suministrando paulatinamente mensajes con el riesgo de que Europa entre en guerra total lo vemos como algo imposible o muy lejano.

¿Qué creen que pensaban la mayoría de los ciudadanos de a pie en Europa meses antes por ejemplo de que se iniciara la Primera o Segunda Guerra Mundial? No se equivoquen, no les quitaba el sueño el posible inicio de una guerra. Mientras tomaban café hablarían de la nueva casa que habían comprado, de un viaje de fin de semana que tenían planificado, del libro que estaban leyendo o de un restaurante recién abierto donde se comía de maravilla. Es decir, lo mismo que hacemos nosotros hoy en día. Por mucho que de manera consciente o inconsciente nos volvamos ciegos y sordos si algo va a suceder, sucederá.

Lo más preocupante es que ante los tambores de guerra que suenan hace ya algún tiempo no podemos acogernos al salvavidas de que son mensajes lanzados por conspiranoicos o por fuentes dudosas. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha declarado recientemente que la amenaza de guerra es absoluta y la sociedad no es del todo consciente y que el peligro está muy cerca, no es una hipótesis. Dinamarca ha elevado el gasto militar y ampliado el alcance del servicio militar obligatorio, con una mayor duración y la incorporación de las mujeres. Alemania ha lanzado una campaña para reclutar espías y preparar a los niños para la guerra… Quizás y ojalá todo quede en un susto, pero lo que es irrefutable es que los tambores de guerra están sonando cada vez más fuerte.

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