¿SOS Ponferrada…?

El título de este artículo lleva puntos suspensivos… a falta de encontrar el adjetivo adecuado que califique a los destinatarios de esta columna. Hace algunos días recibí una tarjeta postal navideña, cosa muy de agradecer en estos tiempos del Whatsapp, cuyo remite es SOS Ponferrada, aunque con matasellos de Valladolid. Para ello han tenido que gastar más de dos euros.

En dicha tarjeta se nos informa de un parroquiano que duerme en la calle, en Ponferrada. Y añade: «El Ayuntamiento no lo recoge, porque no es un perro. Cáritas no lo ayuda porque no es un islamista. La parroquia no lo ayuda porque….…»

Pues bien, hace más de un año una buena feligresa me informó de esa situación. Eran días en que caían impresionantes heladas. Era ya muy tarde y aquella noche me parecía imposible poder conciliar el sueño, pensando en lo que supone dormir en la calle en unas noches tan frías. Decidimos, pues, acercarnos al lugar donde el parroquiano dormía en un profundo sueño, haciendo caso omiso a nuestra llamada. De ahí que nos propusimos volver al día siguiente, cuando estaba despierto. Dijo que no le molestáramos. No dudé en comunicarlo a Cáritas y me acerqué a él con una trabajadora social de Cáritas. Le propusimos buscarle un lugar para vivir y dormir y nos dijo que no le interesaba, que estaba muy bien así. También me consta que la policía municipal se interesó por él. Por cierto que no es la primera vez que intentamos buscar solución a personas que dormían en la calle, también sin éxito, al ser rechazada nuestra propuesta. En el caso que nos ocupa, además, sus novecientos euros de pensión bien podrían ayudarle a vivir de otra manera. Ni por esas.

Al responder a la mencionada felicitación navideña deseamos dirigirnos a tanta gente, no sabríamos decir si ignorante, si demagoga, o si de mala fe, que habla y juzga sin fundamento y a la ligera, sin informarse bien, y que seguro que no mueven un dedo por ayudar a los necesitados… Han tardado muchos meses en hacernos partícipes del problema, tiempo suficiente para que el vagabundo hubiera muerto de hipotermia. Ciertamente la parroquia, Cáritas, el Ayuntamiento, por esta vez al menos, han obrado correctamente. Lo triste es que cada día abunda más este tipo de personas que, quizá sin mala voluntad, pero sin la vacuna contra el populismo, pueden hacer mucho daño por la ligereza de lengua y falta a la verdad. El ejemplo que acabo de poner es simplemente uno de tantos.