18/07/2023
 Actualizado a 18/07/2023
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La tercera que nos regala Peterson en ‘12 reglas para vivir’ dice: «Traba amistad con aquellas personas que quieran lo mejor de ti».

¿Por qué elegimos personas que no son lo mejor para nosotros? En ocasiones, cuando una persona tiene una mala opinión de sí misma –o quizás cuando se niega a responsabilizarse de su propia vida– elige, a la hora de conocer gente, exactamente al mismo tipo de individuos que en el pasado le resultaron problemáticas. Se trata de personas que piensan que no merecen nada mejor, así que directamente no las buscan. O tal vez no quieran asumir las molestias que algo mejor representaría. Freud lo denominaba «compulsión de repetición». Consideraba que era un impulso inconsciente de repetir los horrores del pasado. Es así como aquellos que no han sacado ninguna lección del pasado quedan condenados a repetirlos.

Hay también otros motivos por lo que las personas eligen a amigos que nos son buenos para ellas. En ocasiones, lo hacen porque quieren rescatar a alguien. Cuando no se trata solo de ingenuidad, el intento de rescatar a alguien está a menudo motivado por la vanidad y el narcisismo. Así se expone en ‘Memorias del subsuelo’ de Dostoievski. Antes de ayudar a nadie, tendrías que descubrir por qué esa persona tiene problemas. Si te tragas la historia de que ha ocurrido algo terrible sin que la víctima haya tenido la menor responsabilidad, le estás negando todo su papel activo, le estás arrebatando todo su poder.

Tendrías que quedarte con personas que quieren que las cosas sean mejores, no peores. Es algo bueno, no egoísta, elegir a gente que es buena para ti. Es adecuado y digno de elogio relacionarse con personas cuyas vidas mejorarían si vieran que la tuya está mejorando. No pienses que es más fácil rodearte de personas buenas y sanas. No lo es. Estas son un ideal y hace falta fuerza y valentía para estar al lado de ellas. Pero ten algo de humildad. Ten coraje.
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