Ya es de noche. En la calle hace frío. ¡Qué gusto da entrar en casa, poder cenar, y tener una cama en que descansar! ¡Y pensar que hay mucha gente que duerme prácticamente en la calle! Precisamente hoy domingo se ha celebrado el Día de los sin techo, aunque para muchos haya pasado desapercibido. Se trata de un problema que va en aumento junto con la dificultad cada vez mayor de muchas personas de tener una casa, propia o de alquiler. En este contexto, la Iglesia, tan denostada por algunos trata de poner un poco de solución al tema de los transeúntes, procurando que no falten albergues en los que poder dormir, comer, ducharse, cambiar de ropa… o ayudando a familias con problemas para pagar el alquiler. Pero esto no es suficiente.
Todos somos conscientes de que el tema de la vivienda es uno de los más graves que tiene España en la actualidad. Tiempo atrás, incluida la época de Franco, era mucho más fácil comprar una casa o pagar un alquiler. Había un Ministerio de la Vivienda que no paraba de construir casas. Si la vivienda es un derecho fundamental, no puede convertirse en un negocio sin control. El actual gobierno, en materia de vivienda, ha sido totalmente inútil. No sabemos lo que harán los que supuestamente le sucedan. Pero, si no ponen solución a un problema tan grave, tendrán que reconocer que son unos perfectos inútiles.
No vale decir que es un problema muy complejo. Ya sabemos que entran en juego muchos intereses, pero hay que atajarlo con valentía y decisión, poniendo el mismo interés que ponen para alcanzar el poder. Es preciso romper el círculo vicioso y la picaresca de los que especulan descaradamente, de los que se aprovechan para subir desmesuradamente los precios de venta o alquiler. El libre mercado ha de tener un límite. Resulta vergonzoso que ahora lleguen a venderse habitaciones por separado dentro de un mismo piso… y más vergonzoso aun que el Ministerio de la Vivienda gaste el dinero en videos en los que se ridiculiza esta práctica en lugar de evitar que se llegue a esto. Ahora están de moda los pisos turísticos. Es urgente una regulación seria.
Por supuesto que se debe poner freno al tema de los okupas que da lugar a verdaderas injusticias con algunos propietarios. Es necesario que los que alquilan puedan tener una seguridad jurídica. Y que sea el estado y no los particulares los que afronten el problema de los que no tienen casa… Y, sobre todo, que se construyan muchas más viviendas. España tiene mucho suelo vacío. Antes que un negocio, la vivienda es un derecho.