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Siempre lo mismo

03/12/2023
 Actualizado a 03/12/2023
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Oiga, que dice el consejero de la Presidencia de Castilla y León, el ‘veterano’ –que no histórico– Luis Miguel González Gago, que la autonomía, que se adoba y cocina desde Valladolid, está consolidada. Vamos, que son lentejas. Que el leonesismo andante y rampante es una mera ensoñación marchita de cuantos tremolan la bandera carmesí, en su constante viaje a ninguna parte. O al espacio, que también diría Yoli Díaz, la rubia trampantojo del Gobierno de España, reconvertida en casta y en doña modelitos. Todo un ejemplo de comunista reciclada. 

Bien. Para no marear más la perdiz y volviendo al inicio, es lo que ha venido a decir –esta vez en Zamora–, el alto representante de la Junta castellana, con idéntico deshago que caracteriza a cuantos, desde sus momios políticos acumulados en la fingida capitalidad autonómica, se sienten superiores y concluyentes en sus afirmaciones. Les pasa a otros cuantos. Por ejemplo, al socialista Luis Tudanca, quien, desde su desvencijado púlpito de secretario general del territorio autonómico, también suelta el mismo tostón –o zanganada– en cuanto tiene ocasión. 

Ahora, otro socialista de volada provincial, en este caso el presidente de la Diputación leonesa, Gregorio Álvarez Courel, un berciano hasta las cachas y su consiguiente carga de profundidad que ello conlleva cuando cruza el Manzanal en dirección a Bembibre, señala, para cubrirse los omóplatos, que la moción a favor de León solo, acordada con la UPL para alcanzar la gobernabilidad del Palacio de los Guzmanes, aún no está planteada. Sigue en el cajón de las siete llaves. Tanza al barbo. Que se canse. Y que cuando proceda, que ya se verá cuándo –ojo avizor, Luis Mariano Santos, rabadán del partido de Sendino y compañía–, se llevará al salón de plenos para su debate. En paralelo y en relación a ello, Álvarez Courel habla de la probable –posible es otra cosa– libertad de voto entre sus sonrosadas huestes el día del plenario. ¡Ja! Como querer nadar y guardar la ropa al mismo tiempo. Esa ‘democracia’ en el PSOE es imposible de toda imposibilidad. Calcada en el Partido Popular. Primos hermanos. En una y otra organización todo se mueve a toque de corneta. Firmes. Y que nadie rompa filas. Por la cuenta que les tiene. ¿Libertad de voto (y de expresión)?, que se lo pregunten al alcalde de la capital leonesa. Podría escribir un manual sobre el asunto. 

Cuando esa esperada moción se ponga sobre la mesa y quede chafada –que quedará–, a los leonesistas sólo les quedará el pataleo. Courel no es Diez y eso deberían saberlo para no hacer como el avestruz. Ni a derecha ni a izquierda les tenderán la mano, salvo la de algún despistado al estilo Casero, el famoso exdiputado nacional del PP. Y tampoco se prevé, señor agente. 

 

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