24/04/2025
 Actualizado a 24/04/2025
Guardar

El tiempo se fuga, y no nos damos ni cuenta. Nuestros rostros van ganando edad y envejeciendo, pero no nos damos cuenta. La voz se hace más grave y menos inocente, y tampoco lo notamos. Nuestra ingenuidad se va diluyendo en cada bache, mientras la desconfianza se hace más presente en las respuestas, y esto tampoco lo percibimos. Crecemos y crecen, pero no. Las situaciones se van sucediendo y sin procesarlas ya dirigimos la mirada a lo siguiente. El mundo se va haciendo más pequeño porque nuestros horizontes son cada vez más lejanos, y esto sí que lo vemos. La vida duele y nos vamos acostumbrando a ello, pero cada herida sutura más rápido. Las personas permanecen, desaparecen y aparecen unas mejores en las que apoyarse para seguir caminando. Historias, experiencias, viajes... Vivimos, es simplemente eso.

He superado esta semana el cuarto de siglo, y tampoco me he dado cuenta. No logro asimilar cómo he pasado de los 21 a los 26. Pero uno piensa y comprende. Todos los lugares pisados, todas las experiencias positivas y negativas, todas las alegrías y decepciones, todas las personas, todos los movimientos y transformaciones. La felicidad no existe, tan sólo una aproximación a ella, para lo que tal vez no haya palabra. ¿Comodidad? ¿Tranquilidad? Puede que sea uno de esos sentimientos innombrables, qué sé yo que he encontrado esa puñetera e inexistente palabra en los orígenes.

Vemos la vida, no la miramos, pero y qué, nada de desconsuelo porque eso significa que no lo necesitamos. Tanto meditar y tanta leche. Porqué voy a decir no, si puedo seguir. Porqué voy a quedarme en casa si hay un mundo entero allá fuera. La amargura se está comiendo a la sociedad. La soledad es una patología, como el aburrimiento, y muchas veces se vence diciendo que sí.

Mientras el tiempo pase significará que seguimos viviendo, haciendo y disfrutando, para que el día final podamos presumir de todas aquellas cosas que solíamos hacer. Sentados en las posaderas de familia y amigos (a veces lo mismo es) vemos la vida pasar, este mundo frenético, que muchas veces nubla lo que realmente nos sucede.

Lo más leído