Dicen que Lola Flores fue la precursora del ‘crowdfunding’ cuando fue condenada a pagar 96 millones de pesetas por no haber realizado la declaración de la Renta durante cuatro años. Porque de aquellas, durante una entrevista en televisión, fue cuando acuñó una de sus proposiciones más célebres: «Si una peseta me diera cada español, pero no a mí, a donde tienen que darla, quizás saldría de la deuda. Y después me iría al estadio con todos los que han dado esa peseta o esas cien pesetas, para tomarme una copa con ellos y llorar de alegría.»
Pues como ‘La Faraona’, que tenía mucha más gracia que el ‘rey Arturo’ y sin red del pajarito también logró ser ‘trending topic’ nacional durante bastante tiempo, Mas ha pedido ayuda a los independentistas para financiar sus deudas con la justicia (española) por la consulta soberanista del 9N de 2014.
Mucho más cerca que el caso de la legendaria Lola o el ex presidente catalán, sin salir de las líneas que trazan las fronteras leonesas, me sorprende la facilidad que tienen algunos, y habrá visto que como la jugada sale bien cada vez son más, para pedir dinero. Me refiero a los padres que quieren que su niño sea el nuevo Ángel Nieto –perdóneme por lo excesivo de la comparación– y animan a rascarse el bolsillo a familiares, vecinos, empresas y ayuntamientos, o aquellos otros que buscan en la financiación colectiva que las borracheras de fin de curso le salgan por la cara.
Quizás porque uno sea de la escuela que dice que si quieres comprarte algo y tienes con qué te lo compras y si no pasas sin ello y de esa época en la que todavía en algunas casas se inculcaba a los niños la cultura del esfuerzo y las recompensas. Pero aún así, al margen de los jetas, reconozco que hay proyectos que merecen la pena y que gracias a la financiación colectiva, peseta a peseta, han conseguido salir adelante.

Si una peseta me diera…
11/09/2017
Actualizado a
17/09/2019
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