web-luis-gray.jpg

Rotonda de consultas

08/10/2023
 Actualizado a 08/10/2023
Guardar

Otra ronda de consultas. Qué atraso. ¿A mí que me tienen que consultar? Que consulten a Iñaki Gabilondo. Que no me líen. Llevo las mismas rondas en nueve años que mi padre en casi cuarenta. Rondas políticas, no se confundan con las otras, jeje (humor regio). Frito me tienen, estresado. Con lo que tengo yo por hacer, llevar a Leti al Zara a devolver trapos, que se pasa el día pidiendo por la web y luego le queda todo ancho... O al gimnasio, que no sale de la power triceps machine y el aparato de remo. Como mi padre, oye.

Al menos hay quien no viene al rondo este: algunos catalanes, algún vasco y gallego... Buen criterio, venir para nada es bobada. Es gente con sentido de Estado: no estamos para perder tiempo. Aitor sí viene, pero es majete, el jodío. Dice que quiere una nación para él como tengo yo, el cachondo. Le mola el palique y el chiquiteo, si abro el mueble bar aquí estamos hasta las tantas, hablando del Athletic y comentando chascarrillos de cocineros.

A la hora de la siesta llega Susanita, la gallega dinámica, y me va a dar la modorra, lo veo venir. Cómo habla, no para. Seguro que razón no le falta, pero yo desenchufo. Me cae bien, no se piense que por ser roja… Los rojos de ahora solo asustan en las arengas de los ayuser, que son de traca.

No aguanto al tal Abascal. Venga reverencias y cabezazos de militar sin mili hecha. Le va a dar un torzón. Su majestad por aquí, su alteza por allá. ¡Pues no me llamó ‘su altura’ una vez, el mamerto! El muy medieval se toma lo del vasallaje en serio.

Y al día siguiente pesos pesados. Sánchez sí que es pesado. Entra aquí con esos andares atléticos, como Pedro por su casa (ejem, otro chiste regio), y con monsergas de presidente, que si está todo muy mal, que si él tiene votos y el otro solo cara dura, que si yo tengo que hacer o decir esto o lo otro. Que ya. Que hago lo que me digáis pero no me des la chaqueta, hombre, que te apalancas aquí al lucimiento y yo tengo mis cosillas que hacer. Tenían que llamarla rotonda de consultas: entran, dan un giro rapidito y salen por otro lado. Circulando.

Y para acabar el otro gallego. Al menos Alberto no se explayará. Vendrá deprimido, eso sí, a llorar en mi hombro. Ya le dije en la anterior que si no era mucho creerse lo de ser presidente, que no me salían las cuentas. Y él dale con presentarse. El caso es perder tiempo, con lo que tengo yo que hacer: ver a la chavala mayor en el cuartel, que llevamos un túper con croquetas de la abuela y se van a pasar. Igual las tira por el váter sin mirarlas, que la tiene tirria, pero hay que llevarlas. Y la semana que viene el peñazo de la hispanidad. Eso no se lo toma en serio ni el Tato. El caso es marearme. Lo del protocolo me tiene hasta la coronilla. No, hasta la corona (estoy sembrao hoy). Dicen que sin protocolo los reyes no valemos nada y he llegado a pensar que los reyes solo somos protocolo. Qué angustia. Pienso demasiado, tengo que hacer caso a mi padre.

 

Lo más leído