«Me pagan por romper cristales» de ese modo tan sugerente se presentó el experto en ciberseguridad Amador Aparicio, profesor en la Escuela Universitaria de Ingeniería Informática de la Universidad de Valladolid que esta semana fue a impartir una charla a nuestro instituto.
Un hacker ético de los que se ocupan de la llamada seguridad ofensiva. Es decir, de aplicar técnicas de hacking que permitan detectar las vulnerabilidades de cualquier sistema. Se ocupa de ir por delante para que en caso de sufrir intrusión sea posible disponer de un plan de contingencia para tener bajo control cualquier situación de riesgo.
Y es inevitable que todos nos acordemos de Anonymus, ese colectivo que nació como diversión en el año 2003 en ciertos foros de internautas. Es una comunidad donde cualquier usuario puede publicar un texto o una foto relacionada con un tema y que a diferencia de lo que ocurre con Facebook, no necesita identificarse para dejar un comentario. Cuando esto sucede, el usuario aparece como ‘Anonymous’ y ha sido adoptado como sinónimo por un avezado grupo de internautas ‘hackenianos’ que se autodenominan ciberactivistas, algo así como una suerte de Robin Hoods virtuales que tanto actúan en línea como se organizan de manera presencial con una estética muy peliculera. De hecho en sus vídeos aparecen ostentando las máscaras de Guy Fawkes conspirador católico del siglo XVI que intentó atentar contra el parlamento inglés, y con la voz distorsionada aseguran lo siguiente: «El conocimiento es libre. Somos anonymus. Somos legión. No perdonamos. No olvidamos».
Curiosa esa mención a legión que aparece en la propia Biblia, concretamente en el Evangelio de Marcos cuando Jesús pregunta a un endemoniado: «¿Cuál es tu nombre? Y él responde diciendo: Mi nombre es Legión pero somos muchos».
Como muchos son los ojos que miran y conspiran en la red donde se fragua también la ciberguerra. Y si no que se lo pregunten al indeseable Putin cuando horas después del comienzo de esta atrocidad que nos acongoja el alma a diario Anonymus le previno: «Tus secretos nunca estarán a salvo», para hackear posteriormente los canales de televisión y emitir el himno de Ucrania en ellos.
Ojalá fuera posible poder infiltrarse dentro de ese tráfico en red y manipular informáticamente conectándose a las impresoras 3D para imprimir cientos de miles, millones de palomas de paz que poblaran el cielo y neutralizaran los aviones, bombas y proyectiles. Acallar las sirenas, reconfigurar todos los sistemas operativos de las mentes criminales que propician la guerra y acallar por fin todos esos lamentos de muerte de civiles anónimos. Ellos que son siempre los que pagan los cristales rotos.

Rompiendo cristales
09/04/2022
Actualizado a
09/04/2022
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