Una de las ilusiones que tienen los niños en las vacaciones de Navidad, o por lo menos yo la tenía, era escribir la carta a los Reyes Magos para pedir regalos, algunos realistas, otros no tanto, por eso quizás no llegaban todos. Ahora con 24 años los únicos deseos son salud y que todos y todo lo que me rodea cumplan sus objetivos, pero principalmente lo primero, que nadie falte en la mesa el año que viene.
Quizás este año a Melchor, Gaspar y Baltasar, aunque aquí en El Bierzo también tenemos al mago Chalupa, me gustaría pedirles también que en lo deportivo cambien las cosas y que todo lo que gira en torno a la Ponferradina cambie, tanto en los despachos, como en la grada. No están siendo los mejores momentos en el club, a nadie le gusta perder una final de la fase de ascenso y menos verse en la situación en la que estamos, pero si por algo somos del equipo de nuestra ciudad es porque no miramos las categorías, ni los resultados, nos movemos por las raíces y las pasiones. Aunque claro, ¿a quién no le gusta ganar?
Con la reconciliación, algo que debería hacerse por las dos partes y en la que tanto el club, como la afición deberían remar y admitir sus errores, paso a lo deportivo. Sintiéndolo mucho, ya que no le deseo el mal a nadie y ojalá me equivoque con Nafti, pero la vuelta de Fernando Estévez sería como ese Gordo de la lotería de Navidad que nadie espera el día 22 de diciembre hasta que te llega y te ves descorchando el champán frente a la administración de lotería, un subidón tremendo. Y algunos me llamarán loco, pero peores cosas se han visto en la vida, más si hablamos del mundo del fútbol, y se seguirán viendo, aunque creo que en este caso es más complicado.
Pero lanzo una reflexión; ¿por qué no? Fernando sí supo encontrar a tiempo las carencias de la plantilla y explotar al máximo los puntos más fuertes, desde el guardar lo de atrás, consiguió potenciar a los de delante para que tuvieran una efectividad digna de llegar a cotas más altas. Ninguna de las dos partes tiene nada que perder, bueno quizás el orgullo de ahora recoger cable, pero dejando eso a un lado, la Ponferradina ya sabe de lo que es capaz Estévez, ese al que vi especialmente dolido con su cese, con la energía de poder cerrar el año en una situación totalmente contraria a la actual, tras hacer el mejor partido de la temporada en Vigo y con la ilusión al máximo con la copa y con la certeza de haber dado con ese clic que lo cambió todo. Sin embargo, no tengo tan claro si el propio Estévez estaría dispuesto a volver al Bierzo después de la forma en la que abandonó el club y después de quizás una de sus pretemporadas, confecciones de plantilla e inicios de temporada más complicados de su carrera.
Y como dije al principio de estas líneas, hay deseos realistas y otros menos, pero al fin y al cabo son deseos.