Pasito a pasito. Emulando aquella campaña publicitaria de ‘tacita a tacita’, que protagonizó la actriz Carmen Maura en la década de los 80 (sobra decir del pasado siglo), el PSOE castellano y leonés, después de la asunción a la secretaria general del soriano Carlos Martínez en sustitución del ‘lince’ Luis Tudanca, y el posterior batacazo en las pasadas primarias leonesas de Diego Moreno, quien se enfrentó a la línea ‘oficial’ del partido liderada por Javier Alfonso Cendón –que no tiene la menor intención de bajarse del caballo–, ha abierto la espita para que se inicie el goteo de cargos y nombres. Y el derrame no ha hecho más que comenzar. ¿Irá inundando hasta el subsuelo??
La primera que se ha caído del estrado ha sido la zamorana Ana Sánchez, histórica socialista y vicepresidenta segunda de las Cortes de Valladolid. En un descuido (imperdonable) y al no darse cuenta de que el micrófono del hemiciclo seguía abierto, ‘largó’ lo suyo contra el neonato Martínez. Y se crucificó. Lo cierto es que esa fue la excusa perfecta para apartarla del cargo –se lo puso en bandeja de plata a los ‘amos’–, pero la realidad es que ya estaba defenestrada de antemano, por su línea crítica con la decisión de Ferraz en cuanto al cambio de liderazgo en la Comunidad Autónoma.
El otro ‘ajusticiado’ ha sido el leonés y procurador Diego Moreno, al que en un principio involucraron en la perorata ‘clandestina’ de Sánchez. El hombre andaría por allí, aunque, según sus propias palabras, no dijo ni mu. Sin embargo, dijera o no dijera ya estaba juzgado y condenado de antemano. Su ‘cambio de opinión’ en cuanto a la hipotética autonomía de León –que antes negaba– y el consiguiente enfrentamiento con Cendón que su voluntad conllevaba, era más que suficiente. Otro que se encamina, directo, a la habitación oscura.
Y la purga no ha hecho más que empezar. Tiempo al tiempo. Pueden a caer como moscas. Porque en el Partido Socialista –de igual forma en el PP y sucesivos– el que se mueve no sale en la foto, frase atribuida erróneamente a Alfonso Guerra y que el propio interesado desmintió en su libro ‘La rosa y las espinas’, publicado en octubre de 2023 con probado éxito editorial.
Sea como fuere, en León, concretamente, se puede escenificar la misma depuración a medio plazo. Por ganas de la dirección provincial no va a quedar, pese a que el hueso es más duro de roer. Dicho de otra manera, si aquí no se producen traiciones –que en política, en términos generales, es pedir peras al olmo– el equilibrio entre las partes puede imperar y cada mochuelo a su olivo. A todos los interesa. Las luchas intestinas son innecesarias y a nada bueno conducen, salvo que algún tuercebotas –que los hay– quiera dinamitar lo conseguido hasta ahora. En cualquiera de los casos, ojo avizor.