El por si acaso no vaya a ser que toque ya se ha llevado de mi cartera más de 200 euros este año de cara a la Lotería de Navidad, a pesar de que mi hermana dice que soy como el Tío Gilito manejando mis pocos ahorros... Pero bueno, igual para ser el Tío Gilito es mejor que me sonría la fortuna y me toque el tan codiciado premio ‘Gordo’.
Las probabilidades de ganarlo son mínimas, ya que las estadísticas marcan que es de una entre cien mil pero, ¿y si sí? Por muy imposible que parece, todos conocemos a alguien que le ha tocado o que ha rascado un ‘buen pellizco’ en otro de los premios que hace que nos anime a seguir jugando por si acaso no vaya a ser que toque...
He de reconocer que este año puede que sea el que más se me haya ido de la mano jugando a esta suerte tan aleatoria, ya que siempre premio la austeridad económica para poder invertir ese dinero en cosas que realmente me gustan. Sin embargo, el problema llega cuando te pones a vender la aclamada Lotería de Navidad por propio beneficio con un buen motivo como es para mantener bien saneadas las cuentas del Balonmano Atlético Paramés para poder sufragar los gastos de la competición y poder sembrar ilusiones en la pista –aunque eso también supone un difícil reto trasladarlo en forma de victorias–.
¿Qué quiere decir esto? Que si tú me compras, yo también tengo que comprarte... Porque es totalmente comprensible que cualquier otra entidad o agrupación por estas fechas utilice la misma fórmula para intentar sacar igualmente beneficio. Pero a la par que vendes, también se genera un importante número de participaciones de Lotería de Navidad en la cartera y, sobre todo, cuanta más quieres vender... Cuando llega el día 22 y vas a comprobar los resultados, te encuentras con este tipo de participaciones de cosas que ni conoces pero, aunque sea muy pequeña la parte que cada entidad recauda, yo me quedo con que pese a que pueda que no me haya tocado, estaré ayudando a mantener viva la ilusión personal que mueve a diferentes personas.
Como el ‘Gordo’ en el Balonmano Atlético Paramés, que igual no toca... ¿pero y si cae una victoria?