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Podemos o no podemos. ¿He ahí la cuestión?

31/05/2023
 Actualizado a 31/05/2023
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Qué preciosa palabra podemos, plena de significados, anhelos y posibles objetivos y qué deterioro ha sufrido en tan poco tiempo, cuando tantas ilusiones se frustran porque las ideas utópicas, pero realizables en este caso, sobre la base de efectuar una evolución pacífica y sanadora de la sociedad que conocemos, se queda por el camino, debido a que aquellos que idealizaban los proyectos se dejan convencer por la frívola propuesta de los que manejan la sustancia viscosa de la ideología y la lana, como dicen los mexicanos.

Ese ‘posse’, poder, tan latino se ha quedado en puedes, podía y pudiste, con una añoranza total y, quizá sin vuelta atrás, porque las acciones de regeneración no han surtido los efectos deseados.

Poder es tener facilidad, tiempo o lugar para hacer algo; tener más fuerza que alguien, vencerlo luchando cuerpo a cuerpo, en este caso, como no estamos en los tiempos púnicos y romanos, y otros más recientes de cruentas y vergonzosas luchas para toda la nación, se trataría de combatir con las ideas a los corruptos, trileros, vendepatrias y cantamañanas que asolan la política española para «tener expedita la facultad de potenciar algo» decididamente regenerativo, ilusionante, que uniera a todos los españoles, todos a una, con el fin de convertir el país en algo moderno que dejara atrás las broncas, porrazos goyescos, insultos, descalificaciones y boicots, del que piensa diferente de ti, y desterrar a los que descubren que la política es el paraíso de lo fácil, cómodo, hortera con el fin de amasar una buena jubilación, sin pegar palo al agua o una fortuna, aunque corran el riesgo de verse las caras con la diosa vendada, dueña de la balanza y la espada.

Sí, podemos, es precioso en su significado, pero cuando se elaboran expresiones como «hasta más no poder», «no poder alguien consigo mismo», «no poder más», denota que «se está al borde de la fatiga, el fastidio, la rutina, el agotamiento» o «no tener tiempo para realizar aquello que se ha propuesto», y eso sí que es preocupante en el azaroso mar de las tribulaciones políticas que vivimos en la actualidad con la pareja de baile que conforman el actual sistema de gobierno, donde cada protagonista no quiere darse calabazas porque su status cómodo se ve amenazado peligrosamente por la serie de disparates que se cometen al legislar situaciones podo razonables y sin sentido, sólo por el hecho de obtener, sí o sí, la victoria, arrasando al contrario, conculcando los más mínimos derechos y aspectos democráticos de una sociedad que hemos sacado entre todos al albero de la democracia, con el fin de lidiar el toro del autoritarismo, resultando que nos encontramos con que el toro lo han devuelto al corral y sale por la puerta de chiqueros más embravecido de autocracia, separatismo y adornos fascistoides que antes.

Muchos de aquellos que sufrieron las lindezas de las policías de ambos bandos por su afición a la represión de las ideas y su manifestación en libertad, están horrorizados ante tanta insensatez, y si no lo explicitan es porque además de la vergüenza e impotencia que se experimenta al ver tanta locura, es porque estamos inmersos en una ola de tergiversación, adoctrinamiento, imposición de la verdad manipulada por los laboratorios del poder y en una vergonzosa actitud de aquellos que deberían exponer los hechos con honestidad, ya que están vendidos a los resultados de las estadísticas y encuestas resultantes de los índices de audiencia y dependen de los suculentas subvenciones.

Algunas de esas personas pueden leer estas líneas y lo más probable, si no son sectarias y se deben a la ideología rancia, convendrán que se sentirán traicionadas porque se utilizan ideologías, que dicen ser nuevas, con argumentaciones de siempre, que ilusionan a los jóvenes sobre todo que no conocen demasiado nuestra historia más reciente, y que una vez que se han mimetizado con el ‘establishment’, se han enquistado en la concha del poder, desconocen lo que significa la palabra dimisión, eficacia y trabajar por la mejora del pueblo, cayendo en la debilidad de fijarse en frivolidades, que lo único que consiguen es debilitar, cada vez más, el prestigio de la nación y el bienestar de los ciudadanos, y lo que es más peligroso la desconfianza en la política y los políticos.

Y so es algo que no lo podemos permitir los españoles que pensamos en un afán de común, cada uno con sus diferencias, pero hermanados en una empresa común que es España.

A la gestión hay que llegar preparados y aprendidos, estar el tiempo necesario para llevar a cabo proyectos de regeneración y limpieza de la vida pública, caiga quien caiga, y estimular los cauces que desarrollen una buena educación social, emocional y valores, sin perder de vista que esta acción deber ser familiar e institucional. Nunca se puede utilizar el BOE y los decretazos para cambiar la sociedad sin la consulta y el consenso del pueblo.

Dijo Abraham Lincoln: «No puedes ayudar a los pobres, destruyendo a los ricos. No puedes fortalecer al débil, debilitando al fuerte. No se puede lograr la prosperidad desalentando el ahorro. No se puede levantar al asalariado, destruyendo a quien le contrata. No se puede promover la fraternidad del hombre, incitando el odio de clases. No se puede formar, el carácter y el valor, mediante la eliminación de la iniciativa e independencia de las personas. No se puede ayudar a las personas de forma permanente, haciendo por ellos, lo que ellos, pueden y deben hacer por sí mismos»…
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