Cruzar la Plaza del Grano,
sus anchos guijarros,
posar mis pies en sus labios,
mi pecho en su pecho,
abrazar su fuente valiente,
y se acercan los niños
al verme abrazado,
y se acercan los niños
al verme cantando,
y en sus risas y su júbilo
alas rozando mi nuca,
pues en la memoria de las plazas
-las que se dejan abrazar-,
hay pájaros que tiemblan de aire,
como centellean en el hielo
y las mañanas
los ojos de los náufragos.
Plaza del Grano
04/10/2025
Actualizado a
04/10/2025
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