07/12/2023
 Actualizado a 07/12/2023
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El mundo de la Educación estaba deseoso de conocer el último informe PISA. El lanzamiento global de los datos fue el martes, 5 de diciembre. No hubo sorpresas y se cumplieron nuestros pronósticos: El informe PISA sitúa a la educación de Castilla y León a la cabeza de España y entre las mejores del mundo. La comunidad es líder en matemáticas, lectura y ciencia, mientras,  a nivel nacional, los alumnos españoles de 15 años pierden más de medio curso en diez años. «Una verdadera debacle».

PISA es el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE que trata de medir la capacidad de los jóvenes de 15 años para utilizar sus conocimientos y habilidades de lectura, matemáticas y ciencias para afrontar los retos de la vida real. Su objetivo es proporcionar datos comparables que posibiliten a los países mejorar sus políticas de educación y sus resultados, ya que este análisis «no evalúa al alumno, sino al sistema» en el que está siendo educado. Aquí no son los alumnos los que se examinan sino los sistemas educativos de las naciones participantes.  La OCDE engloba a los ochenta países de más reputación en el mundo y se apoya en el prestigiado Informe PISA para medir y comparar a nivel mundial el rendimiento académico de los alumnos. PISA viene a ser, cada tres años, una humillación para los últimos clasificados y un honor para los primeros de la lista. Desde el año 2000 hay ‘verdaderos codazos’ para ascender en el ranking.

En 2015 España ‘suspendió’, aunque fue por la mínima. Pero lo grave fue que, por autonomías, hubo unas distancias abismales. Mientras Castilla y León, Madrid y Navarra se codeaban con las primeras potencias mundiales en educación, otras como Andalucía, Extremadura, Canarias y País Vasco tuvieron unos resultados vergonzosos.

La edición de PISA 2018 se llevó a cabo durante el segundo semestre de dicho año y sus resultados se publicaron el 3 de diciembre de 2019. En esta ocasión se centró en la evaluación de la competencia lectora en un entorno digital.

España no suspendió esta vez, peor aún, nos echaron del examen. Su director Andreas Schleicher nos dijo que la causa fue «un comportamiento de respuesta inverosímil por parte de los estudiantes, con respuestas excesivamente rápidas siguiendo ciertos patrones». Nos han dicho que «hicimos trampas» y nos han equiparado a Kazajistán que también había sido excluido en 2015. ¡Qué humillación! El sistema educativo español salió muy tocado del último informe PISA y quedó bajo sospecha. Este año, la edición de PISA, cuyo trabajo de campo se realizó en la primavera de 2022 (debería haber sido en 2021, pero se retrasó un año debido a la pandemia), se centra en la evaluación de la competencia matemática como materia principal y la comprensión lectora y científica como secundarias. La competencia innovadora es, en esta ocasión, el pensamiento creativo, que medirá la capacidad de los estudiantes para responder a las demandas de un mundo en constante cambio, donde la innovación y la creatividad son elementos clave para la adaptación. Los resultados de las tres competencias troncales (matemáticas, lectura y ciencias) se publicaron el martes, en junio de 2024 se publicarán los obtenidos en pensamiento creativo y, a lo largo del 2024, los dos informes restantes enfocados en la evaluación de la competencia financiera y en el aprendizaje a lo largo de la vida.

¿Por qué tanta ansiedad y desasosiego en España este año al recibir los resultados del informe PISA?  En primer lugar, porque hemos pasado un año más de espera, cuatro y no tres. En segundo lugar, porque quedamos muy ‘heridos’ en el informe anterior y necesitábamos «redimirnos», especialmente algunas comunidades autónomas. Veo un gran parecido entre la publicación de este informe para los países participantes y la recepción de notas de la selectividad o una oposición. Los sobresalientes suelen estar menos nerviosos que los que están en el límite de suspenso o aprobado, pero todos llevan el gusanillo y los nervios en su cuerpo.

A las 11 horas se hicieron públicos los esperados datos del informe y luego llenaron las páginas de la prensa escrita, los telediarios y están en todas las tertulias de televisión y radio. Imagino a los responsables de educación en este país analizando y evaluando estos resultados porque «el objetivo de PISA es proporcionar datos comparables que posibiliten a los países mejorar sus políticas de educación y sus resultados». Como ya nos imaginábamos, el coronavirus sirve de excusa y justifica los grandes fracasos por la falta de presencialidad. ¡Cuántos errores se han tapado con la pandemia! En España, además, se aprovechó el confinamiento para aniquilar la Lomce y aprobar la Lomloe con el aprendizaje por competencias.

Siento que no me queda ni tiempo ni espacio para analizar el reciente informe. Terminaré con los titulares más llamativos: El Mundo: «Los alumnos españoles caen en todas las áreas del Informe PISA y logran los peores resultados de la historia en Ciencias y Matemáticas. Los malos datos no sólo se explican por el Covid. El 33 % de los adolescentes admite que se distrae con las pantallas en el aula». ‘Elnacional.cat’: «Catalunya recula en el informe PISA: a la cola de España en matemáticas, ciencias y lectura. El alumnado catalán registra el peor nivel en lectura desde el 2006, sólo por delante de Andalucía, Melilla y Ceuta». El País: «Informe PISA por comunidades autónomas: Cataluña se hunde, Castilla y León sobresale y Madrid se recupera». 

Les prometo que la próxima semana seguiremos analizando el Informe PISA 2022. «Más de lo mismo».

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