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La palabra se hizo goce

16/09/2023
 Actualizado a 16/09/2023
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Y acampó entre nosotros, desplegando sus alas inspiradoras en nidos de versos y enjambres de palabras, pétalos escogidos para ser diseminados entre los adoradores de las letras y las artes.
Organizada por el Club Cultural Leteo, y con la colaboración del Ayuntamiento de León y el sello León, Cuna del Parlamentarismo, la palabra fue exhibida como tapiz artesanal y manejada en sabia conducción por profesores y alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de León.

Quiso mostrarse perturbadora en los labios francos y confidentes de Pilar Adón o en los de Mónica Ojeda, que proclamaban las voces ancestrales de su mestizaje reivindicativo.

Apareció jugando , con la puerilidad de un niño en recreo, para infantes de todas las edades, y fue guiada por las magas Laura Vila y Begoña Oro, y por el hechicero Raúl Vacas.

Declamada por rapsodas de lo eterno lideraos por la gran sacerdotisa, musa de la estética y taumaturga de la poética: Chantall Maillard.

Palabra que laureó a Antonio Pereira en el centenario de su nacimiento y que se tornó circular y paradójicamente umbilical para ensalzar la belleza oculta de la paternidad gracias a la mirada tierna de Andrés Neuman y la artesanía paciente de Vicente Luis Mora, cuyo libro, Circular 22 tardó en gestarse un cuarto de siglo.

Luego fue compromiso e indagación en la sagaz mirada de Miguel Barrero o Ignacio Martínez de Pisón, cuyas obras «indagan en el pasado para iluminar el presente» desde la mirada realista del que pretende desnudar al verbo de todo aderezo que no sea la objetiva verdad.

Más tarde, el verbo se volvió cautivo y lírico para atrapar los versos de Eugenio de Nora, con sus mundos de ojos de carne, sus valles poblados de violetas a la sombra y sus certidumbres en torno a la muerte, en un altar de afectos y recuerdos hilvanados en palabras. En torno a su memoria concelebraban Jenaro Talens, José Luis Puerto y Antonio Natal.

Y en un pensamiento de Nora, quedaron enredados los sentidos de los que en silencio suspirábamos sus versos, como en un compás de espera ante la caricia de la palabra que cura: «Llegar a casa y encontrarse con los tuyos dignifica el existir».

Un existir que ha transitado por el universo de la palabra cuyo acto de creación será objeto de reflexión hoy por el verbo animoso y vibrante de María Zaragoza y Patricia Esteban Arlés.

Festival de los sentidos, el sitio de nuestro recreo.

Palabra de dos: el creador y sus feligreses. 
Ya ansiosos de repetir ritual de escucha en la próxima edición.
Amén.

 

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