Paisanaje y peregrinaje

18/10/2023
 Actualizado a 18/10/2023
Guardar

El término paisanaje no puede ser más bonito. Si la ciudadanía corresponde a las personas que habitan una nación o un pueblo, o la población se refiere a los individuos de una misma especie que ocupan determinada área geográfica, el paisanaje viene a hablar de «dos o más personas que han nacido en el mismo lugar». Sinónimo de los términos anteriores, el paisanaje, sin embargo, suena, sobre todo etimológicamente, como un dibujo, como un retrato de lo que somos –paisanas– y de la condición que nos hace parecernos. 

El paisanaje comparte espacio con el paisaje, lugar que habitamos. Y si ese sitio es León, también lo hace con el peregrinaje. (Sí, adapto la expresión).

Parece que la temporada de hordas de caminantes recorriendo estas calles va llegando a su fin, aunque aún quedan los más rezagados, esos que esperan a recorrer la Ruta Jacobea con un clima menos sofocante. Y bueno, que peregrinos hay y habrá todo el año. Más de 13.000 personas han pasado por el Punto de Información de Puente Castro desde abril de este año y miles de ellas también han hecho su peculiar etapa por la Rúa o la calle Ancha. Y que no falten las callejas del Húmedo.

El peregrinaje es una parte más del paisaje de esta ciudad, y poco a poco también del paisanaje. ¿Sería León igual si no tuviera a cientos de modelos de ropa de Qechua paseando cada día por su Casco Histórico? Seguramente no. Sentarse en la calle y ver a la gente pasar es pasatiempo de muchas, entre las que me incluyo. Imaginar por qué habrán comenzado la Ruta, qué les habrá traído hasta el Camino o por qué han decidido ponerse las chanclas, incluso cuando llueve, es un hobby y es el mío. Aunque hay dolores de pies que justifican incluso hasta esa decisión, por propia experiencia de peregrina.

León igual no es tan multicultural en el sentido más cosmopolita de la palabra, pero los distintos acentos, sentires y motivaciones que traen a la gente hasta esta tierra sí que se unen bajo eso que llaman ‘crisol de culturas’.  Y es entonces, donde el dibujo del paisanaje se torna distinto y paisanas somos todas aunque solo sea por el hecho de estar aquí.

Lo más leído