Es raro el tío que no dice tener su colonia. Pero también están quienes van cambiando al son de los regalos navideños y quienes no usan o se les olvida usarla.
A mí hay muchas colonias que me parecen iguales. Por muchos matices que alberguen siempre llevarán más literatura. De la de la estirpe de Carlos Delgado en sus videocatas: notas de maderas nobles, aromas exóticos a tabaco, el recuerdo del cuero. Ya se sabe, ese cuento.
De las anteriores suelen usar dos colegas míos y su padre. La que yo uso está alejada de tanta pamplina contundente, pero no por ello deja de ser algo especialita. En León solo la venden en una tienda muy pija de la Avenida de Roma. Esa calle que, en el afán de sacar parecidos urbanísticos (no a lo madrileño de fuera a adentro; si no a lo barcelonés que es parecido pero al revés) quiero pensar que es nuestra Rue Saint Honoré.
El caso es que el otro día fue mi madre a recogerme la nada famosa colonia y tienen el detalle de darle unas muestrecitas. Una de perfume para ella y otra de un gel de baño para mí. Que lo pruebe, que está muy bien y es muy fresco, ahora que llega el calor. Y ¿qué pasa cuando asomo la picota al frasquito? Pues que a media comunidad de vecinos le debió de pitar los oídos a mi grito de……¡¡¡PACHULI!!!
Por que así es, el gel tenía aroma de pachuli. El mismo olor que la primera vez que lo oí mencionar lo hacía el Príncipe de Bel Air con un «huele como a pachuli o pollo frito». El pachuli sí que es contundente. Y hay quien lo usa para perfumarse. Gracias a dios no tantos como los que gustan de aromatizar su casa con incienso.
El del pachuli es tan contundente que a mí se me ha quedado fijado en la memoria con la intensidad de otros olores con mucho más poso sentimental como el olor de las higueras, el del humo de las chimeneas de carbón y el de los rotuladores de pizarra Velleda. Pero con el pachuli yo no tengo nada. Y pienso que por qué otros sí. Será que se sienten más unidos a la madre tierra o quizá crean que es afrodisiaco. Igual el olor a lenguado frito también lo es.
Si será contundente el pachuli que yo he desarrollado una respuesta al estímulo de su presencia. La respuesta es el grito inapelable de su nombre ante su olor. No dudo que entre los señores lectores haya quien también experimenta este exótico reflejo, pero para los que no: en estos días de temperaturas tan propicias para la propagación de todo lo odorífero, que sepan que van a oler a pachuli si oyen…. ¡PACHULI!

¡Pachuli!
24/06/2018
Actualizado a
19/09/2019
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