En la opción B del examen de Ebau de Lengua y Literatura Española de este mes de junio, en Castilla y León, Javier Cercas nos sorprendía con este título: ‘Nollegiu’. Es el nombre de una librería del barrio de Poblenou en Barcelona. Tengo que reconocer que me sorprendió esta palabra catalana en el examen de selectividad castellano y leonesa. Estoy seguro de que la ‘palabrita’ no será olvidada por los más de diez mil alumnos que se veían obligados a comentar el texto. ‘Nollegiu’ es un término ambiguo porque puede ser un imperativo, una orden: «no leáis», o una simple afirmación, en presente de indicativo, para resaltar una realidad: «no leéis». Con la que está cayendo en el último mes por «la comprensión lectora» en Cataluña, el nombre de la librería de Poblenou suena a burla, sarcasmo, ironía o broma. Parecería que se está mofando del pésimo nivel en comprensión lectora de los alumnos catalanes. En este mes de junio salió el Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora, ‘PIRLS’, en sus siglas en inglés, que es la prueba de referencia a nivel mundial para evaluar esta capacidad del alumno en su cuarto año de escolarización. Los datos se hacen públicos cada cinco años y participan más de 50 países y ocho regiones o áreas geográficas. El resultado en Cataluña ha sido penoso: «Los alumnos catalanes de cuarto de primaria han obtenido unos resultados muy por debajo de la media nacional y europea en comprensión lectora».
El ‘PIRLS 2021’, cuyas puntuaciones se han hecho públicas ahora, dejan a la Conselleria de Educación ‘con el culo al aire’, porque los alumnos catalanes de 4º de Primaria, de 9 años, son los que más han empeorado en comprensión lectora, quedándose un curso por detrás de Asturias, Madrid y Castilla y León, y solamente Ceuta y Melilla han sido peores. El informe general ha evidenciado un descenso de siete puntos en España, hasta los 521, en el marco de una tendencia de rendimiento a la baja a causa de la pandemia, y el lunes, 29 de mayo, se han dado a conocer los datos de las comunidades españolas participantes. Nuestra consejería de Educación se congratula de estos resultados que otorgan a Castilla y León un total de 538 puntos, muy por encima de la media de España con 521, la Unión Europea (528) y de la OCDE (533). A nivel nacional está en el podio junto con Madrid y Asturias. Los estudiantes de nuestra Comunidad de Castilla y León sacan 14 puntos en comprensión lectora a los de Navarra (524), 15 a los de Andalucía, 28 a los de Canarias y 31 a los de Cataluña.
Este batacazo ha llevado inmediatamente a las autoridades educativas catalanas al ‘rincón de pensar’. Como ocurre con los niños, el PIRLS les ha puesto en la esquina de la casa mirando hacia la pared, para que reflexionen sobre lo que están haciendo mal. Las autoridades educativas de la Generalitat, que reconocen que no les han pillado de sorpresa, se han puesto manos a la obra para paliar lo más pronto posible este desastre y se han apresurado a adelantar su «estrategia de respuesta» que tiene, como ejes principales, la «elaboración de una guía que sirva como modelo de biblioteca escolar para los centros, un plan piloto en 50 centros para recuperar bibliotecas abandonadas y el fomento de la lectura, que se situará en el centro del currículum». Esto suena muy bien. Esperemos que no se quede en palabras vacías. Nos encantan todas las medidas que tiendan a promover el hábito lector.
Los profesores catalanes son implacables con la Generalitat y la culpan del déficit en comprensión lectora de los niños. Ellos empiezan criticando que la Conselleria de Educación utilice la pandemia como excusa. Los sindicatos educativos han lamentado los resultados de los estudiantes catalanes en comprensión lectora, y se han mostrado muy críticos con el plan de la Conselleria de Educación de la Generalitat para mejorar esta competencia. Su crítica ha sido dura y despiadada: La portavoz de Ustec·Stes, Yolanda Segura, ha criticado al departamento de educación por apuntar a la pandemia como una de las causas que ha acentuado los malos resultados, ya que para ella ha sido «una caída en picado» y no una simple alteración, y ha llamado a situar el aprendizaje en el centro del debate y repensar los currículums educativos. El secretario general de Aspepc·Sps, Xavier Massó, ha tildado de esperables los resultados del PIRLS sobre Catalunya, ha advertido de que las medidas de Educación son «humo» porque muchos institutos han cerrado su biblioteca, y sobre qué hace falta para revertir esta situación ha llamado a incentivar la cultura del esfuerzo. La responsable de Políticas Educativas y FP de CC OO, Rosa Villaró, cree que la desaparición de bibliotecas escolares supone perder «la oportunidad de trabajar en pro del hábito y el gusto por la lectura».
Los catalanes tienen su amor propio y no deja de ser un bochorno y una vergüenza que la última evaluación PIRLS 2021 demuestre que los alumnos catalanes de 4º de Primaria arrastran un curso de retraso en relación con Asturias, Madrid y Castilla y León en comprensión lectora. Esto es muy serio, muy duro y ‘duele’. Se necesita analizar en profundidad las causas, dejarse de pamplinas y tomar medidas urgentes y reales: Acaso tengamos que volver a los libros de texto como acaban de hacer en Suecia. Posiblemente, ahora que está de moda la enseñanza por competencias, podríamos volver a las destrezas de ‘leer y escribir’ como las dos actividades o competencias sobre las que se fundamente la enseñanza.
Para terminar, vuelvo a la librería ‘Nollegiu’ del barrio de Poblenou, en el corazón de Barcelona, para pedir a su propietario que amplíe el título, para salir de la ambigüedad, presente de indicativo y no imperativo: «No leéis… y así os va» («Nollegiu… i així us va»).

Nollegiu
29/06/2023
Actualizado a
29/06/2023
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