alvaro-perez.png

No está todo escrito

15/02/2023
 Actualizado a 15/02/2023
Guardar
El ambiente en El Toralín ha cambiado en las últimas semanas. Al principio, tras una temporada de ensueño como fue la pasada, la ilusión predominaba en los asientos del templo. Con unos fichajes que, a priori, iban a reforzar al equipo y a facilitar la confección de una plantilla de lo más completa, la afición, con ganas de fútbol, comenzaba la temporada con la sensación de que la 22/23 tenía posibilidades de asemejarse en cierta medida a la 21/22. La victoria en Cartagena en la primera cita, junto a la carta de presentación de nuevas incorporaciones como Derik o Kelechi, transmitieron una confianza tremenda de cara al inicio de la temporada. Con el paso del tiempo, los puntos, al igual que los fines de semana, se empiezan a esfumar. El conjunto berciano empieza a ocupar zonas peligrosas en la clasificación. Los resultados no acompañaban, y la imagen menos. Tras la dimisión de Gomes, la Deportiva experimentó el proceso que suelen vivir la mayoría de los equipos cuando sufren un cambio dentro del cuerpo técnico. Este es el «efecto entrenador». Desde el primer encuentro de la era Gallego, comenzó a intentar jugar a lo que quería, pero fue muy costoso. Tanto que, a día de hoy, aún tiene bastante margen de mejora. El equipo adquirió más contundencia en la zona defensiva, a pesar de las desconexiones que sufren en ciertos momentos. La imagen del equipo mejora, pero los resultados no acompañan, las sensaciones no mejoran lo suficiente y sigue sobreviviendo en puestos de descenso. El ambiente en el feudo berciano, como es lógico, ha cambiado respecto al mes de agosto. A esto se le añade la impotencia de ver cómo el equipo merece más en muchos encuentros, sobre todo en enfrentamientos ante rivales directos cuyo objetivo es similar al nuestro. Todo esto nubla a toda una afición, la cual muchas veces olvida que estamos en el mes de febrero, el mes del amor y, quizá, el mes del punto de inflexión. 15 partidos, 15 finales, 45 puntos. Una inmensidad, más de tres meses, alrededor de 100 días hasta que nuestros guerreros encaren la última jornada. Si lo hicimos en la 19/20 en la última jornada con una genialidad de Yuri ante uno de los huesos duros como era el Almería, ¿por qué no lo íbamos a conseguir este año? Equipo y afición deben remar en la misma dirección para conseguir el objetivo. «Después de la tormenta siempre llega la calma».
Lo más leído