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No creí que hiciera tanto

10/02/2015
 Actualizado a 07/09/2019
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La semana pasada en un colegio la profesora de religión mandó a los alumnos hacer un trabajo sobre la labor social de la Iglesia. Algunas alumnas se acercaron para entrevistarme con este motivo. Para no divagar les dije que le respondería sobre la labor social que está haciendo la Iglesia en Ponferrada y El Bierzo. Concretamente una alumna vino a verme con su padre y tras hacerme la pregunta iba tomando notas en un cuaderno. Y empezó a escribir.

Se preocupa de que familias necesitadas tengan alimentos y ropa (algo más de seiscientas familias) y de ayudar en temas de vivienda o pago de facturas (luz, agua, renta... ) y también ayuda de forma gratuita con psicólogos, abogados, trabajadores sociales... cuando hay problemas en la relación de pareja o con los hijos. Es el llamado COF o Centro de Orientación Familiar.

Tiene un centro llamado Proyecto Hombre para atender a personas con problemas con la droga, con el alcoholismo o con otras adicciones o dependencias. Así mismo trabaja con un grupo de personas que están en la cárcel e intentan rehabilitarse. Presta gran atención a los transeúntes, de forma que ninguno que pase por aquí se quede sin duchar y pueda comer, vestirse, dormir en una cama... y tiene un comedor social para que nadie en Ponferrada quede sin comer o cenar. También ayuda a los peregrinos.

Así mismo atiende todas las tardes a más de sesenta chicos y chicas ayudándoles a estudiar y hacer los deberes, dándoles también la merienda. Ayuda a mujeres inmigrantes a aprender el idioma y a realizar las tareas domésticas o a regularizar los papeles. Tiene la Iglesia en el Bierzo un Centro para mujeres con problemas, conniños o sin ellos, donde estarán todo el tiempo que necesiten. Hay varios centros para ancianos, sin ánimo de lucro. Es impresionante la labor de las distintas Cáritas parroquiales, de los equipos de voluntarios para visitar a los enfermos, el trabajo de Manos Unidas para ayudar a los más pobres del mundo...

La niña no paraba de escribir y el padre dijo: «Nunca creí que hicieran tanto». Y eso que no hemos mencionado el aspecto cultural y educativo, o el religioso.
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