«Al mundo, si le quitas el paisaje, se queda sin nada» Esta verdad, poética verdad, puede leerse en un nuevo libro titulado «La nieve cubrirá todas las cosas» del que es autora una nueva escritora leonesa que acaba de obtener el premio Camilo Jose Cela Ciudad de Palma, de novela. Su nombre es Sonia López Maestro y, aunque no se dedique a la literatura, es licenciada en Historia y pertenece al ambiente literario, y su origen es la montaña de Cármenes.
¿Y, de qué va? Pues trata de la superación personal, la solidaridad, y el apoyo mutuo entre las mujeres. «Parece mentira, Doña Paquitina, la nieve sobre todas las cosas» Una historia tan solo al alcance de alguien que no se haya propuesto hacer literatura, sino contar una historia.
Y hacerlo utilizando todas las armas que nos proporciona el lenguaje. Sobre todo el lenguaje poético. «No te preocupes, Luisa, que la nieve cubrirá todas las cosas y nosotros nos iremos y no volveremos más, y contra esta verdad no caben protestas»
Una mujer normal, asistente a un taller de escritura, relata su vivencia de «quinqui» en la Elíptica madrileña, donde es contratada como criada por una familia perteneciente a la llamada «La aristocracia obrera» en la cual consigue una educación y un trato amable, que le permite acceder a un matrimonio y un estatus que no hubiera estado a su alcance de haber seguido como merchera.
No espere el lector grandes pasiones, o crímenes, o suspense alguno. Disfrute de un relato cargado de belleza, de poesía, y de un repaso a la España de los años en la que las familias salían adelante, educaban a su prole, y se relacionaban con los demás, recibiendo en su casa y yendo de vacaciones a la costa.
El cambio a Granada, con sus fríos perpetuos de Sierra Nevada y la huerta cercana vuelve a poner a la protagonista ante una perspectiva de belleza que hace que el lector se conmueva y disfrute, como la protagonista, de todo aquello que la vida pone al alcance de una gente dispuesta a gozar de las pequeñas cosas, sabiendo que esa es la única puerta de la verdadera felicidad.
Sus constantes reflexiones seducen a un lector ávido de algo más: «La gratitud es medicina» dice en la pág. 223. Y de una belleza especial es su reflexión sobre los recuerdos. (pag. 233) «Pero, antes de que pase el tiempo, había que vivir ese tiempo, para eso escribe una, para dar voz a ese tiempo.
Una nueva voz a añadir a la ya larga lista de grandes narradores leoneses.