Me parece requetebién que otra tribu urbana más haya abrazado el valor del cuero desgastado integrándolo en su indumentaria como signo de pertenencia. Lo hicieron los rockers con las cazadoras, los hippies con las sandalias, y ahora el pijerío con los náuticos. Estos siempre fueron calzado de señorito pero lo estallante ahora es que los cachorros usan por latitudes de secano esos zapatitos marrones llenos de rasponazos sin pasarles un cepillo ni mucho menos darles gota de crema con gamuza. Los llevan que dan pena.
Tal extremo alcanza la voluntaria dejadez que parece que los hubiesen recogido de la bolsa que uno deposita junto al contenedor para que alguien sin recursos ni ganas de ir a Cáritas los atrape al vuelo. Además, debido a su original suela fina (nada que ver con aquella versión gruesa que Camper comercializó incluso en formato bota) van casi pisando el suelo los usuarios de tanto desgaste. El conjunto los sitúa ante mis ojos como aquel que sale con zapatillas de andar por casa exhibiendo impúdicamente su intimidad.
Hay un punto antisistema en lo de llevar algo machacado sin limpiar ni cuidar y a la vez es legitimador seguir gastando lo muy usado, caracteres ambos que merecen respeto. Pero por mucho que molen, los ejemplares referentes de Sebago han alcanzado ya tal simbolismo de casta o aspiración a ella (más gráfico que el peluconcio abundante y las patillas indisimuladas) que te aleja irremediablemente. Calzarlos fuera de ese círculo social sería tan extemporáneo como ponerse un chaleco de motero yendo en patinete. Por no hablar de que te expones a que la jauría te persiga si advierte que no tienes ni sus característicos pies pequeños de Romario ni ideas revisionistas.
Lo siento por los chicos que no hayan heredado unos náuticos hechos polvico ni tenido tiempo de domar los recién comprados porque el acantonamiento característico de la novedad les dejará en mal lugar ante los cuadros veteranos. Yo de ellos buscaría unos en Vinted. Siempre podrán considerar rito de iniciación el absorber los litros de sudor podal desconocido.