Stephen King, calificado por como el «maestro de la narrativa de terror contemporánea», ha publicado más de cincuenta libros, entre ellos ‘Mientras escribo, donde aborda, a parte de su vida, qué es escribir.
Habla de una caja de herramientas con varias bandejas. La superior es el vocabulario y menciona ‘Las uvas de la ira’. «Poner el vocabulario de tiros largos, buscando palabras complicadas por vergüenza de usar las normales, es de lo peor que se le puede hacer al estilo». También está la gramática y destaca la simplicidad: «¿A que a Hemingway le fueron bien las frases simples?». Y nos da un consejo sobre los adverbios: «Te ruego que solo uses adverbios en el diálogo en ocasiones muy especiales y solo si no puedes evitarlo». Debajo de esta bandeja están algunos elementos de estilo; para él, la unidad básica de la escritura es el párrafo, no la frase: «Las palabras crean frases, las frases párrafos, y a veces los párrafos se aceleran y cobran respiración propia».
Escribir. «Poniendo empeño y recibiendo la ayuda oportuna sí es posible convertir a un escritor aceptable en buen escritor». Ahora bien, avisa, si no estamos dispuestos a trabajar como una mula, «será inútil que intentes escribir bien». Lo primero, si quieres ser escritor, es «leer mucho y escribir mucho». El lee de media setenta u ochenta libros al año. Su programa «agotador» de lectura y escritura diarias es de seis horas en un ambiente sereno, en un espacio propio, con un objetivo diario. ¿De qué escribir?: «Escribe de lo que quieras, infúndele vida y singularízalo vertiendo tu experiencia personal de la vida, la amistad, las relaciones humanas, el sexo y el trabajo».
Todos los relatos y novelas constan de tres partes: «La narración, que hace que se mueva la historia de A a B y por último hasta Z; la descripción, que genera una realidad sensorial para el lector; y el diálogo, que da vida a los personajes a través de sus voces».
Si escribes, te animo a leer ‘Mientras escribo’, un curso práctico de escritura.