A mí no me gusta la fruta

21/11/2023
Guardar

Acabo de pasar por el altar de las velas como si un soplido traspasara las barreras del tiempo y amortiguara lo que es la única realidad que sin pellizcar se asume. Que el tiempo pasa y que de él queda solo un poso de recuerdos que, si los quieres, tienes que coger paleta y cemento y construirlos. Asumo la transición y creo que la responsabilidad de la madurez, aunque no sea ajemplo del bienhacer ni de doctrinas salidas de un concepto propio. Pero me rechina que haya más o menos ‘quintos’, -incluso ‘sextos’-, que tengan un comportamiento de guardería, negando evidencias para escapar de posibles reproches. García-Gallardo hizo un gesto de felación en las Cortes. Fue feo, horrible, porque ni la peineta hubiera sido adecuada para un vicepresidente en un foro donde se apuesta por el diálogo y la democracia. Nunca esta palabra ha sido tan denostada, maltratada y querida como en la actualidad. «El político debe tener: amor apasionado por su causa; ética de su responsabilidad; mesura en sus actuaciones», Max Weber dixit. Pues el metro debe estar caducado o la nómina dilatada, porque no hay quien cumpla con esas tres facetas. Y en lugar de asumir, mejor salir adelante y marcar como tonto al contrario. -No entienden. Dije llorar no felar-. Y, con media sonrisa, se va de rositas dejando la duda sobre la mesa. La huída se convierte en un clásico cuando la presidenta de Madrid cambia un ‘hijo de puta’ que le brotaba hasta de los poros de la rabia, por un ‘me gusta la fruta’ difuminado entre lo posible. Carcajadas entre los suyos y una nueva acepción en la calle de una declaración de intenciones simple. Territorio de irresponsables al frente de las instituciones. ¿Son estos los que van a defender intereses impropios?  «El intento de combinar sabiduría y poder rara vez ha sido exitoso y solo por un corto tiempo». (Albert Einstein). La verdad es que listos no parecen estos políticos o jefes de prensa (podría escribir un libro sobre sus ‘es ques’), cuando juegan al escondite de sus propias palabras.

Si buscan frases, que no confundan a Ismael Serrano con Machado y se miren al espejo toma: «Todas las cosas están sujetas a interpretación, la interpretación que prevalezca en un momento dado es una función del poder y no de la verdad». (Friedrich Nietzsche).

Lo más leído