El propio Pedro Sánchez ha anunciado en una entrevista al ‘El País’ que el Gobierno regulará el acceso a la pornografía en internet, con el fin de proteger a los menores de edad, obligando a los proveedores a exigir al usuario de estos servicios su identificación mediante el DNI. En el diseño del sistema participan la Agencia Española de Protección de Datos y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, lo que parece indicar que más allá del DNI se requerirá acceder mediante certificado digital.
La medida es necesaria y urgente. Se sabe que más del 25 % de los niños menores de 12 años consumen pornografía en internet de manera habitual. Naturalmente el porcentaje se dispara durante la adolescencia. Cualquier crío en edad de hacer la primera comunión dispone de un ‘smartphone’ con pleno acceso todo tipo de contenidos pornográficos. Y como todos sabemos, cuando hablamos de pornografía en internet no nos estamos refiriendo a admirar los cuerpos desnudos de espléndidas modelos, sino a la más completa exhibición de todas las formas de depravación sexual imaginables, que son presentadas como la cosa más amena y natural. Permitir que la mente infantil las perciba de esa forma conlleva obvias consecuencias psicológicas y sociales, que justifican la intervención del poder público por más que resulte incómodo y perturbador para los adultos que disfrutan del anonimato en el acceso a estos servicios.
Feijóo ha criticado el anuncio del Gobierno ¿Por qué? Pues porque en este asqueroso sistema político que padecemos la oposición tiene que criticar todo lo que haga el Gobierno, sea malo o bueno. Los motivos de fondo no tienen la menor importancia. Es una de las razones por las que tantas veces he escrito en este mismo espacio que en España la política no existe, lo que llamamos política no es más que pura propaganda para el consumo de una sociedad cada vez mas adocenada y menos exigente con sus supuestos representantes.
Si esta medida hubiera sido anunciada por un gobierno conservador, el mismo Pedro Sánchez que ha parido la idea estaría ahora acusándole de puritano, de reaccionario y de querer controlar a los ciudadanos y cercenar su libertad sexual.