Dejas de ser turista en una ciudad y pasas a vivir de verdad esa ciudad, cuando has encontrado en ella una librería de cabecera, un lugar favorito al que retirarte a leer y, por supuesto, has elegido previamente tu bar de referencia, en el que pueda encontrarte quien te busque o dejarte un recado. En Roma, donde siempre he sido feliz, mi librería era un puesto callejero de libro viejo cerca de San Carlo ai Catinari; para leer encontraba el silencio placentero en un círculo de árboles apartados y el placer en el murmullo de una fuente que nadie visita, en la Villa Borghese; mi bar, parroquia y oficina siempre será el Melí Meló, genial invención del fantástico Pío.
Roma es ciudad literaria y gusta de festejar el mundo de los libros. ‘Libri come’ es la fiesta de la lectura, reunión de lectores y escritores. Allí me llevó mi amiga Serena y pude saludar a James Elroy y a Pierre Lamaitre. En diciembre, acaban de celebrar la feria ‘Piú libri piú liberi’. Más libros, más libres. No se me ocurre mejor lema ni otro más cierto. Cuanto más leamos, más libres seremos.
Cuando leemos somos más libres de dos maneras. La primera es la de la lectura evasiva, aquella que nos libera de la realidad, no siempre amable, que nos circunda, de sus estrecheces y necesidades, lectura que nos da libertad para olvidarnos de nuestros problemas, abriéndonos las puertas de otros mundos y gentes, de otras historias. También somos más libres cuando al leer comprendemos mejor esa misma realidad de la que somos parte, pues sólo comprendiendo podremos liberarnos de la peor de las cadenas: la ignorancia.
Llega la Navidad y es época de hacer regalos. Regalen libros, háganme caso. Un libro puede cambiar la vida del lector. Ningún otro regalo tiene este potencial. Con un libro puedes viajar sin moverte del sillón, comprender los movimientos del corazón humano, conocer el pasado para intentar evitar repetir lo nefasto, convertirte en sagaz detective e incluso aprender conjuros mágicos. Cuantos más libros leamos, más libres seremos. Regalen libros estas navidades. Pero si quieren hacer el regalo perfecto, regalen un libro y el tiempo y la paz para leerlo.
Les deseo una feliz Navidad, libre de los malos sentimientos que nos hacen prisioneros.

Más libros, más libres
20/12/2017
Actualizado a
15/09/2019
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