Si les digo Manuel Jumilla Pandero, natural de Cachorrila, Albañil y pensador seguramente a muchos no les dirá nada. El pasado miércoles falleció Ángel de Andrés, estupendo actor, que encarnó a Manolo, socio de Benito al ‘fifty fity’ (no se rían que en León algún constructor bancario, lo pronunciaba igual), de la empresa de chapuzas Manolo y Compañía.
Para muchos críticos y entendidos en televisión, ‘Manos a la Obra’, les parecerá una auténtica estupidez, pero yo les confieso que he sido un gran seguidor de esta serie. Cuántas noches de los jueves me pasé sentado en la cocina, viendo a los genios que introdujeron el gotelé en este país, porque en el salón decían que veían cosas más serias. Y me imagino que al igual que yo, mas de cuatro millones y medio de españoles, hasta llegar a un 28% de ‘share’ ¡Casi nada!
Les confesaré que tengo grabados casi todos los capítulos y que cuando hace años, la melancolía de la distancia se hacia presente, o aún hoy, cuando el día ha sido complicado, enciendo la tablet y entre carcajadas y obras absurdas, los problemas del día a día no parecen tan importantes.
Obras, y no como las de Manolo y Benito, son las que se avecinan en nuestra ciudad. Y les hablo del Museo de la Semana Santa cuyo protocolo de intenciones se firmará el día 13.
No les voy a mentir, siempre he tenido dudas acerca del proyecto (en el que alguno se ha entregado de cuerpo y alma), que no mejorará nuestra semana mayor.
Me asaltan dudas tan simples como cuáles serán las imágenes va a albergar, sabiendo ya de antemano, que muchas de las Cofradías no van a ceder a sus titulares, porque están expuestas al culto, y entonces correremos el riesgo de que sea un almacén de enseres, banderines y navetas.
Me hace gracia los que dicen que una vez que tengamos el museo, le van a ‘dar contenido’, con charlas, presentaciones, conferencias y cursos de preparación al mundo paponil. ¿Y es necesario un museo para todo esto? ¿No se podría hacer todo esto en otros lugares? Porque me vienen a la mente decenas de ideas.
No dudo que el museo traerá gente a nuestra ciudad, pero más gente traen las procesiones cada año y seguimos volviéndoles locos cuando no se respetan los horarios y se perjudican unas Cofradías a otras, cerrándose a un recorrido oficial, sin lugares dignos donde ensayen nuestras bandas (algunas ensayan con sus niños en lugares descartados por otros músicos, al otro lado del río), la democratización de las Cofradías…
Manolo y Benito, también eran Cofrades, en la Hermandad de Pilatos, búsquenlo se llama ‘De paso… Torrijas’ y ellos sí ensayaban con el paso.

Manos a la obra
07/05/2016
Actualizado a
14/09/2019
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