31/07/2023
 Actualizado a 31/07/2023
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Algunos de los vecinos de Reliegos, aquellos dos portugueses que Katia tenía en su casa y a los que había dado trabajo en su huerta, les habían dado muy mala espina. Lo dijeron cuando el cuerpo de Katia apareció en el pozo con señales de violencia y los dos topos habían desaparecido después de un mes en el pueblo. Mal asunto dijo el primer policía que escuchó aquello. Pronto dieron con ellos; disfrazados de peregrinos que hacen el Camino de Santiago los detuvieron cuando atravesaban el río Tuerto.
 

A muchos de los militantes del PP de Núñez Feijóo les dio muy mala espina, al comienzo del escrutinio, el ver que iba muy por debajo de las expectativas, y comenzaron a cuestionarse la actitud de su jefe durante la propaganda después del primer lance a dos con su enemigo del que había parecido salir victorioso. Eso de despreciar de ese modo a los de Vox, sus aliados necesarios a buen seguro. Y, analizando su actitud de entonces, alguien nada proclive a las consignas derechistas, como es nuestro Santiago Trancón, considera que este error se basó en cuatro dislates: 1-falta de ideas, 2-falta de convicción, 3-falta de claridad, y 4-falta de determinación. Y, aunque haya terminado ganando las elecciones, no podrá gobernar por falta de ‘quorum’, incapaz de establecer alianza alguna.

No dan muy buena espina los resultados de las últimas elecciones. Según parece, a los dos grandes partidos les faltan números para presentarse al Rey como presidentes. Y, lo que es peor, una de los posibles soluciones sería contar con los 7 diputados catalanes del Sr. Picco de Monte (Puig de Mont) que se encuentra huido en el extranjero para no rendir cuentas por su participación en los hechos de octubre del 17, cuando, siendo el jefe superior de ellos, incitó a los catalanes a la revuelta contra el estado y sus leyes.

Esta España da muy mala espina. Y, a pesar de que según Sanchez la economía va como una moto, casi nadie recuerda como va una moto, en estos tiempos en los que los accidentes en esta clase de trasporte se multiplican. Entre eso y la aparición en escena del último personaje de la comedia bufa, la Yo-Yolanda de la eterna sonrisa, va a ser que la próxima legislatura como que nos da muy mala espina. O será que algunos nos hemos hecho ya muy mayorones para asistir a estas sesiones de ocultismo. Después de tanta lucha contra la dictadura, no nos merecemos esto. Y menos que salga nuestro R. Zapatero a mofarse de nosotros ‘escojonándose’ de risa desde aquí hasta el infinito.

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