Ahora sé cómo se sentía aquel hámster que daba vueltas sin parar en la rueda de su jaula sin que este humilde juntaletras le prestara atención más de tres minutos al día cuando apenas levantaba dos palmos del suelo. Vivimos desde hace casi un año en un coronavírico bucle que ha minado nuestra moral en demasía y que lamentablemente ha hecho que consideremos rutinaria la muerte de cientos de personas cada día en nuestro maltrecho país o que veamos como algo normal viajar en esta auténtica montaña rusa de cierres y aperturas, de restricciones y alivios, de medidas que están echando a pedir a buena parte de nuestro tejido empresarial, tan acostumbrado por otra parte a privatizar sus ganancias y a socializar sus pérdidas. «Guarda para cuando no haya», me decía mi abuelo Basilio si quería gastar alguna de las monedas de 500 pesetas que me guardaba con cariño en una hucha de barro cuando regentaba el teléfono público en Villaceid.
Quizá sean los vaivenes normativos –y ese frenesí diario de los gestores de la cosa pública a la hora de defenderlos o echárselos en cara en función de si los perpetran los suyos o los de enfrente– los que hacen que en ocasiones parezca que estos doce pandémicos meses me han atropellado en un suspiro. Y quizá sean las cosas que no hemos podido ni hacer ni disfrutar y las personas a las que no hemos podido ver las que hagan que en ocasiones este último año haya parecido más bien un cuarto de siglo.
Admiro a esa gente que parecía conocer la palabra resiliencia antes de que el coronavirus se colase en nuestras vidas, esa gente que logra adaptarse a este cambiante mundo con facilidad, pero soy incapaz de hacerlo y de entenderlo. Quizá sea corto, pero no me entra en la cabeza que haya políticos que –como si fueran surferos– disfrutan en la cresta de la ola y se enzarzan en sus mierdas pese a que sigue muriendo gente cada día. No entiendo que haya quienes confunden poder tomar algo en una terraza con amontonarse y hacer un estriptis de mascarilla como si en lugar de una Mahou fueran a pedirse una Pfizer que les inmunice. No lo entiendo, así que debo de ser poco resiliente y por eso estoy hecho a la idea de que no podré recibir fondos europeos.

¿Mahou o Pfizer?
04/03/2021
Actualizado a
04/03/2021
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