No sé a ti, pero a mí me resulta francamente difícil –creo que ya te lo había dicho alguna vez– no quedarme embobado al pasar por la catedral… Algo tiene la ‘Pulchra leonina’ que te ‘atrapa’, lo mismo da que sea bajo un sol radiante o en un día lluvioso, al amanecer o una vez se ha puesto el sol; pero, de noche, iluminada, tiene un encanto especial, la verdad…
El viernes pasado, el primer templo legionense se dejó ver de otra manera. A las diez de la noche, su fachada occidental –las portadas del Juicio Final, San Juan Bautista y San Francisco de Padua– se convertía en una ‘pantalla’ de lujo de 360 metros cuadrados para un espectáculo de luz y sonido, que se repitió media hora más tarde. Y también al día siguiente. Y allí estuve, con Merce –y con Sirius–, entre cientos de leoneses, disfrutando –y eso que los paraguas de la gente no ayudaban…– durante catorce minutos largos de un recorrido por más de dos milenios de historia.
Precisamente ‘Una historia narrada en piedra’ es el título de la proyección que sintetiza la de la catedral, desde antes incluso de que esta existiera –en tiempos de Roma, allí se encontraban unas termas– hasta el templo gótico actual a través de imágenes, música y una locución que te guía en ese ‘viaje’ por el tiempo… y que incluso permite, por momentos, ‘recuperar’ la policromía del pórtico y las esculturas que lo decoraban hasta hace unos años. Es una buena manera de conocerla un poco más, y de una forma diferente; y no tienes excusa para no verla, que están previstos 57 días de proyección –algunos, por cierto, especiales– hasta final de año. Para empezar, toma nota: viernes y sábados de mayo, a las diez y a las diez y media de la noche.
En 2011, León sorprendía con una proyección artística del francés Xavier de Richemont sobre la fachada de San Isidoro, que ha sido aplaudida año tras año. Ahora es la catedral la elegida para un proyecto en la misma línea, desarrollado por la empresa Dosifica Eventos SC, para deleite de leoneses y turistas.