Lo importante

Por circunstancias me vi hace días mirando de madrugada en la tele en diferido una corrida de la feria de San Isidro. Sucedió que ‘El Fandi’ confirmaba la alternativa del joven Valadez, y otras cosas más que yo no entendí, porque el toreo me gusta cero.

Allí lanzaron las últimas embestidas de sus vidas sentenciadas bichos como Descreído, Rocoso, TapicerooCatalejo. Los nombres de los toros siempre me parecen lo mejor. Me fui a dormir al acabar el quinto, Filósofo, el mejor, un «colorado muy bien hecho», por el que el público pidió la oreja para Manuel Escribano. Pero no.

El último, Manchego, otra vezpara Valadez,ya no lo vi. Al día siguiente leí en las crónicas taurinas que me había perdido lo más escalofriante de la jornada. Manchego le pegó un revolcón a Valadez, que se libró de la cornada de milagro. Pero el torero se repuso y éste sí se llevó la oreja.

No se puede ir uno antes de que acabe el espectáculo, porque te arriesgas a perderte lo más vibrante. Les ha pasado esta temporada a unos pocos en El Toralín, que parecen nuevos, y siguen marchándose en el minuto 89 para no comerse el atasco. Así, esta temporada se han perdido alguna fatalidad y varias remontadas gloriosasde la Ponfe en el descuento que hacían a la gente irse feliz. El del sábadofue uno de esos momentos vibrantes. El sueño del play off se escapó esta vez. Pero, menos los que se que se volvieron a marchar en el 89, casi toda la gente del estadio se quedó aplaudiendo y cantando al equipo un buen rato para, juntos, arroparse unos a otros y convertir el orgullo por la gran temporada y la tristeza de ese momento en algo importante para todos.

En los toros, mellamó la atención como los comentaristas usaban precisamente el adjetivo «importante» en referencia al animal, haciendo ver su empaque, su enjundia, su entidad, su presencia.

Es importante coleccionar momentos importantes y tener cerca a personas importantes. Por desgracia no abundan. Lo que normalmente sobran son esas otras que se creenimportantes a base de darse importancia ellos mismos, querer estar en todas las fotos y creer que los eventos y las historias son importantes sólo porque ellos deleitan con sus presencias.De éstos si conviene alejarse ya no en el minuto 89.Casi mejor con el pitido inicial.