Cierto que algunos eventos culturales, con tanto boato y tanto relamido haciéndose el intelectual en cada intervención, resultan un auténtico plomazo. Cierto que tampoco es que fuera el caso. Cierto que la narcolepsia afecta a cada vez más gente por los horarios y las prisas. Pero no es menos cierto que, si eres una concejala del Ayuntamiento, aunque sea en la oposición, quizá tendrías que intentar no dormirte, hasta el punto de roncar, cuando te sientan en las primeras filas. Aunque luego te pongas muy posturera en las fotos para tus redes sociales, se te nota la cara de sueño.
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