Justicia de guante blanco

26/09/2023
 Actualizado a 26/09/2023
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Una década marca un cumpleaños sombrío, si lo que va sumando es una espera. Diez años masticando una injusticia transparente que ha plagado de bolsillos vacíos a una plantilla que tiraba de la cuerda de las cifras de resultados de una firma como la que más. Los trabajadores de la berciana Friger no esperaban diez años cada mañana para incorporarse a la línea de producción, no. Lo hacían antes de la hora, se iban más tarde de lo pactado con los de arriba, que iban cosiendo billetes a costa de esa esdrújula responsabilidad de minutos regalados. Trabajaron más incluso cuando los números de sus nóminas no casaban con sus ingresos. Un año sin cobrar sumaron, devotamente trabajados, crédulos de que el jefe también subrayaba las ofertas del súper en casa para poder hacer tres comidas al día. Era como ellos, pensaban. Tenían su credo al empresario que no malgastaba, invertía, que solo pedía un esfuerzo por el bien común, jamás por el propio, y eso hizo que abrir los ojos escociera aún más. Ahí estaba la familia, como en esas pelis de la mafia, convirtiéndose en un puño cerrado de mentiras y estafas para los correligionarios que seguían sus dictados. Plegaron velas sin moverse del sitio y se quedaron con lo que no era suyo lagrimeando, saludando con las manos vestidas en el guante blanco de un Lupin multiplicado por siete. Y diez años después, el reloj de la justicia se activa. Ahora que nadie es el mismo y ajustar se convierte en un verbo ciego, se habla de cárcel para los que siguen llevando corbata ante esas miradas que reprochan el robo. Viven sin deudas, aunque las tengan todas, y no solo en euros. No se inmutan, saben que eso no les matará como lo hizo la rabia contenida de los trabajadores devotos. Quiero rezar una oración de justicia, y solo me sale un ateo «por su culpa», acusando a quien la hace y no la paga y a quien debe ponerle precio y no lo hace. ¿Quién ha pensado en la prisión de paciencia a la que se sentenció a los 23 trabajadores que esperaban una fecha para cerrar el círculo que les ha obligado a ser otros? Diez años para recibir una carta que dice: aquí empieza la justicia, julio de 2024… o lo que queda de ella.

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