Este mes se cumplen 30 años del primer fondo de renta variable que creo Renta 4, el Renta 4 Bolsa y que invierte en empresas españolas. La rentabilidad de estos últimos diez años ha sido del 70 %, y desde su creación del 600 %, lo que supone una rentabilidad anualizada por encima del 7 %.
La bolsa en el corto plazo es reflejo de innumerables variables que ejercen su influencia en los mercados como son la política, las guerras, los flujos de capital, los movimientos de los tipos de interés, los datos de inflación, los índices de actividad económica, los eventos geopolíticos, las pandemias, las valoraciones, etc. lo que hace que en el corto plazo sea imposible de predecir su evolución. Sin embargo, a largo plazo, son los beneficios de estas empresas lo que explican el comportamiento de los mercados financieros. Este fondo, al haber estado invertido siempre en empresas españolas, refleja su evolución, su crecimiento, que en última instancia son reflejos de sus ventas por el crecimiento demográfico y el traslado de la inflación a los bienes y servicios que venden, por el incremento de la productividad y mejora de los márgenes y beneficios empresariales.
Y cabe destacar la importancia de la gestión activa y no contentarnos con invertir en un índice que replique el Ibex 35. Este fondo tiene poca o nula exposición a financieras, telecos, construcción y eléctricas que pesan el 50 % en el índice español. Esta filosofía ha permitido obtener desde el 2008 al 2020 el 114 % de rentabilidad, a pesar de que el Ibex 35 apenas se revalorizó estos años incluyendo dividendos.
Invertir en empresas de calidad trae como consecuencia estas rentabilidades tan interesantes. En los últimos 25 años el sector bancario o el de telecomunicaciones han obtenido un rendimiento anual que no supera el 0.5 % al año, mientras que empresas de calidad europeas han obtenido de media anual el 7 %.