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Huelgas sin sindicatos

08/02/2024
 Actualizado a 08/02/2024
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Cuesta creer que en la época de los trabajadores pobres, la clase media tísica y ahora que no se lucha por ampliar derechos si no por mantener los conquistados estén tan cuestionados los sindicatos. La representación de los trabajadores es tan necesaria como siempre pero las centrales sindicales son víctimas de décadas de errores, ineficacia, derroches y un partidismo cada vez menos soportable por la mayoría de los ciudadanos. La rebelión de los tractores y la amenaza de paro general de los transportistas sucede al margen de los sindicatos. Las protestas se coordinan por redes sociales y grupos de WhatsApp mientras el viejo sindicalismo se quedó anclado en el siglo XX. 

Sus líderes atacan a los agricultores porque las movilizaciones responden a «intereses empresariales», dijo Unai Sordo de CCOO. Y según su caducada lucha de clases el empresario es explotador y el trabajador es el explotado. Sin vasos comunicantes para la sociedad líquida de Bauman. No es trabajador el autónomo ni el pequeño empresario aunque en los tiempos que corren sean numerosos y los más explotados. No merecen ser defendidos porque intentar salir adelante como profesional liberal o ganarse la vida con una granja supone una ambición desmedida, que cantaría C. Tangana. El trabajador es el obrero, el asalariado, el funcionario y el alienado en cuadrillas o en fábricas. Aquellos de ‘Tiempos modernos’ cambiando por robots las máquinas. Si quiere sobrevivir más allá de las naves inmensas de las multinacionales el sindicalismo necesita actualizar su definición de trabajador a la evolución del mercado laboral y abandonar los dogmas escritos para revoluciones pasadas. 

Mientras tanto serán cada vez más comunes estas huelgas sin sindicatos y las negociaciones sin Comité de Empresa. Los sindicatos perdieron las calles y solo les queda el calor subvencionado de los monstruosos edificios soviéticos donde los liberados (de la explotación capitalista) aun conservan sus despachos. 
 

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