08/12/2023
 Actualizado a 08/12/2023
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Organizaciones animalistas han acusado a una granja porcina de maltrato animal y han difundido unas imágenes ilustrativas que no he visionado en su totalidad, salvo lo que se ha publicado en la prensa de la que soy lector habitual. Vaya por delante que, aún sin elementos de juicio suficientes, si tengo que opinar sobre si hay o no maltrato, me quedo con los informes que hayan podido hacer los veterinarios de la granja, a pesar de ser parte interesada, y sobre todo con los que hayan hecho los veterinarios oficiales, de los que me consta el rigor y la independencia. Me voy a centrar en las dos únicas imágenes que he visto: una de un cadáver, y otra de un cerdo herniado. Sobre la del cadáver, nada no común al tratarse de un animal muerto hinchado, y por lo tanto deformado, común al estado de la muerte por ciertas patologías. Estos cadáveres están en la granja, en lugar habilitado para ello, el tiempo imprescindible para la retirada por la empresa especializada, y únicamente comparten espacio con los animales vivos el tiempo que dista entre su muerte y la visita rutinaria por parte del granjero. La otra fotografía era una hernia abdominal, para los no entendidos simplemente un bulto, o quizás alguien pudiera llegar a ver un tumor. Los cerdos nacen con hernias y no es posible operarlos por el coste y el escaso porcentaje de éxito, por lo tanto la alternativa a cebarlos y llevarlos a sacrificio con el peso y la edad adecuada, sería provocarle la muerte eutanásica y destruir el cadáver. Lo que se exige a los ganaderos es que el animal no sufra, algo difícil de saber, pero que se presupone si tiene buen aspecto y come, y que la hernia no se ulcere. En la foto la hernia estaba algo ulcerada, cierto, pero nada que haga pensar en el maltrato, y si ese u otro animal similar llega al matadero, es el veterinario el que determina si es o no apto para entrar en la cadena de sacrificio. Si no hay heridas y el animal no está caquéxico, debería de aprovecharse, y no hacerlo sería despilfarro, derroche, actuar de forma amoral en la producción de alimentos.

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