04/08/2025
 Actualizado a 04/08/2025
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Este fin de semana iniciamos la presentación en la provincia de León de mi nueva novela: ‘Mariposas nocturnas’, Eolas Ediciones, que me llevará a algunos lugares con lectores/as, amigos y conocidos. Pues bien, tengo que reconocer y agradecer que en mi «tierra chica», ¡mis paisanos!, una vez más, no me han fallado.

El viernes 1, comenzamos en Cabrillanes, la capital de Babia alta, Babia de Yuso, bajo la batuta de su alcalde, de don Emilio Martínez Morán, muy gratificante. Si bien no desmereció la cena en el Restaurante Picos Blancos, La Cueta, el pueblo más alto de la provincia, comandada por doña Estrella Morán y doña Raquel Amigo… ¡Genial!

El sábado 2, presentamos en San Emiliano, la capital de Babia baja, Babia de Suso, aquí con el arrope de su alcalde, don David Marcello. La cena, bajo la sombra de Peña Ubiña, fue dirigida con éxito por mi buen amigo Bernabé Quiñones.

Ayer, domingo 3, en Riello, la tierra de mis ancestros, mi abuelo de Salce, mi padre de Curueña, la capital de la Omaña baja, con la distinción que nos deparó su alcalde, don Manuel Rodríguez. Muchas gracias.

Hoy, lunes 4, estaremos en esa buena y próspera tierra del Páramo, regada con el agua del Pantano del Luna, Santa María del Páramo, donde nos acompañará su alcaldesa, doña Alicia Gallego.

Estos cuatro municipios serán los pioneros, sí, pero a los que les seguirán, a finales de septiembre, León, Ponferrada y la capital de Tsaciana: Villablino. Después: Santiago de Compostela, Madrid, Oviedo y Lugo… de momento.

Por todo ello, tal y como indica el título de esta columna o artículo, os doy las gracias por vuestra asistencia, y por hacerme un poco más feliz.

Cerramos columna hoy con Blaise Pascal: «Por muchas riquezas que el hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás». Salud.

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